ESTAMBUL, 4 Ago. (Reuters/EP) -
El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha acusado este domingo a Israel de asesinar de forma deliberada a mujeres palestinas y ha advertido a Tel Aviv de que "podría ahogarse en la sangre que derrama".
En un mítin electoral frente a miles de personas, Erdogan ha vuelto a vincular las acciones de Israel con las de Adolf Hitler, unos comentarios que ya han sido criticados anteriormente por su homólogo israelí, Benjamin Netanyahu, y por el Gobierno de Estados Unidos.
"Igual que Hitler, que quería establecer una raza libre de errores, Israel intenta lograr el mismo objetivo. Matan a mujeres para que no puedan dar a luz a palestinos; matan a niños para que no puedan crecer; matan a hombres para que no puedan defender su país. Se ahogarán en la sangre que derraman", ha dicho.
Las palabras de Erdogan llegan a pocos días de la celebración de las elecciones presidenciales en el país, en las que parte como claro favorito a hacerse con la victoria sin la necesidad de una segunda vuelta.
Uno de sus rivales, Ekmeleddin Ihsanoglu, ha criticado a Erdogan por caer en el populismo con su retórica contra Israel. "Creo que los asuntos de política exterior son utilizados a nivel interno para conseguir apoyos, pero eso genera problemas y arrincona a los gobiernos", ha apuntado.
Por contra, el otro rival de Erdogan en los comicios, Selahattin Demirtas, copresidente del partido prokurdo Partido Democrático del Pueblo (HDP), ha solicitado al primer ministro que corte todos los lazos económicos y militares con Israel "en vez de gritar".
"Olvídese de los gritos (...) Si quiere ayudar al pueblo palestino, deje de engañar a la gente. Detengamos la política estatal de masacres de Israel on un boicot serio", ha defendido.
Más de 1.800 palestinos han muerto y cerca de 10.000 han resultado heridos desde el inicio de la operación 'Margen protector', lanzada por Israel contra el enclave palestino el 8 de julio. Cerca del 80 por ciento de las víctimas son civiles, según Naciones Unidas.
Por otra parte, han muerto 63 soldados y dos civiles israelíes a causa del impacto de un cohete, así como un ciudadano de nacionalidad tailandesa. La muerte de todos los soldados israelíes se ha producido después de la decisión tomada el 17 de julio por el Gobierno israelí de iniciar una operación terrestre contra el enclave.
