ANKARA, 27 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Turquía, Recep Tayip Erdogan, ha manifestado su decepción con el clérigo Fetulá Gülen, en un primer momento aliado y después gran enemigo político y objeto ahora de una persecución por parte del Gobierno que le acusa de intentar derribarlo.
"Sois testigos. No se sabe desde dónde va a venir el ataque. No hay forma de predecir desde dónde llegará la traición. Jamás verás venir al que te va a apuñalar en la espalda", declaró ayer el presidente turco.
Gülen, afincado habitualmente en Estados Unidos, es el líder del movimiento Hizmet ("Servicio"), que Erdogan describe como una "estructura paralela de poder" con el objetivo final de acabar con su mandato. "Que nadie se olvide de que los que intentan traicionar a su padre bajo el disfraz de Hizmet", ha denunciado el presidente turco.
En 2013 el entonces primer ministro Erdogan acusó a Gülen de organizar una trama golpista a través de la filtración de grabaciones supuestamente de miembros del Gobierno, entre ellos el propio mandatario, en declaraciones recogidas por el diario 'Hurriyet'.
La semana pasada, las fuerzas de seguridad realizaron varias redadas en medios de comunicación opositores apenas unos días antes de que se cumpliera el aniversario de la apertura de investigaciones a varios altos cargos del Gobierno por corrupción, un caso que fue cerrado oficialmente en la víspera de la efeméride.
La única investigación que sigue abierta en torno al caso de corrupción es la que lleva adelante una comisión parlamentaria, establecida para investigar a los exministros Muamer Guler, Zafer Çaglayan, Erdogan Bayraktar y Egemen Bagis, quienes dimitieron tras las primeras detenciones.
