RABAT/MADRID, 23 May. (EUROPA PRESS) -
La patrullera de la Guardia Civil 'Río Duero', que partió el pasado día 15 de Pontevedra hacia Mauritania para ayudar en los esfuerzos contra la emigración ilegal, llegó anoche a Nuadibú, en el norte del país, según la agencia marroquí MAP.
Nuadibú será la base de operaciones de esta patrullera de altura, que cuenta con una tripulación compuesta por ocho componentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil. La embarcación fue despedida el día 15 por el director general de la Guardia Civil, Joan Mesquida, en la Escuela Naval de Marín (Pontevedra).
La colaboración consistirá en la realización de patrullas mixtas, compuestas por efectivos de la Guardia Civil y de la Gendarmería mauritana, a lo largo de las costas de este país durante casi 100 días.
Con el envío de esta patrullera se pone en marcha el proyecto ATLANTIS, de colaboración entre ambos países, con el que se pretende combatir la creciente inmigración irregular procedente de este país, aportando medios materiales y humanos que estarán sufragados por la Comisión Europea y por la Guardia Civil, y cuyo coste total asciende a 400.000 euros.
La patrullera participa también en el proyecto SEA HORSE, puesto en marcha por el Ministerio del Interior para la colaboración con estos países, y en ese contexto realizará cursos de formación destinados al personal de la Gendarmería mauritana, en los que se impartirán materias relacionadas con la vigilancia de costas, el manejo de embarcaciones y la lucha contra la inmigración, con el fin de que puedan establecer un Servicio Marítimo moderno, que les permita combatir la inmigración ilegal de forma más eficaz.
Por otra parte, durante los tres meses de duración de esta primera colaboración la Guardia Civil desplazará un oficial de enlace hasta Mauritania, en donde trabajará en estrecho contacto con la Gendarmería de este país y con el agregado de Interior de la Embajada de España en Nuakchott.
Según los datos de la Guardia Civil, los trámites para la articulación del proyecto ATLANTIS se iniciaron en julio de 2005 y en noviembre se remitió a Bruselas para su aprobación por la Comisión Europea.
La puesta en marcha del proyecto estaba prevista para el próximo mes de septiembre, pero ante el aumento de la llegada de inmigrantes irregulares a las costas canarias, procedentes de Mauritania y otros países como Senegal y Costa de Marfil, el pasado mes de marzo se intensificaron los contactos con las autoridades de estos países para adelantar esta colaboración.
