Francia.- El Gobierno cede a la presión de los taxistas franceses y renuncia a abrir el sector a la competencia

Actualizado: miércoles, 6 febrero 2008 21:08

PARIS, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno francés ha cedido a la presión de los miles de taxistas que se han movilizado hoy por segunda vez en una semana para protestar por la eventual apertura del sector a la competencia, una iniciativa que recoge el llamado 'informe Attali' sobre la liberalización del crecimiento económico, y ha renunciado a asumir las propuestas de desregular el sector.

"El Gobierno nos ha confirmado y nos ha precisado que no retomará las posiciones y las propuestas de Attali y de su informe", declaraba a la prensa Alain Estival, representante de la Federación Nacional de Artesanos del Taxi (Fnat), tras la reunión mantenida esta tarde con el primer ministro, François Fillon.

"El conflicto entre los 55.000 taxistas y el Gobierno se ha terminado y ahora vamos a poder trabajar seriamente sobre la tarificación", agregaba el representante de la Fnat, organización que representa aproximadamente al 50% de los profesionales, es decir unas 32.000 empresas.

El anuncio de la cesión gubernamental vació de inmediato de taxis las plazas donde desde primera hora de la mañana los conductores se concentraron en señal de protesta provocando atascos monumentales en las principales ciudades francesas.

El gremio convocó una primera jornada de manifestaciones el pasado 30 de enero horas después de que el economista y ex asesor de Miterrand, Jacques Attali presentara en el Elíseo su informe con más de cien propuestas para mejorar el crecimiento de la economía francesa.

El presidente Nicolas Sarkozy acogió con agrado la iniciativa de desregular el sector y lanzó una frase que sentó muy mal a los taxistas. "París es la única ciudad del mundo en la que es imposible encontrar un taxi", dijo.

El documento elaborado por Attali sugiere la concesión gratuita de licencias de manera escalonada durante dos años a los solicitantes que se hayan inscrito a finales de 2007, autorizar el uso de la misma placa para varios chóferes, suprimir las restricciones territoriales que limitan la recogida de pasajeros y una apertura total del mercado que permita tener entre 50.000 y 60.000 taxis en París y periferia, frente a los 16.000 que existen en la actualidad.