PARIS, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Partido Socialista francés reprochó hoy al presidente Nicolas Sarkozy haber recurrido a la filosofía y la política de civilización para evitar responder a las cuestiones esenciales esperadas por los franceses, como el crecimiento, el poder adquisitivo, el coste de la vida, los salarios y el empleo.
"Durante casi dos horas ha intentado crear la ilusión del movimiento", se lamenta el primer secretario de los socialistas franceses, François Hollande, en un comunicado. "En fin --continúa-- su largo discurso ha tenido al menos un mérito: el de revelar la ausencia de resultados desde hace ocho meses y la falta de propuestas inmediatas para la vida de nuestros conciudadanos".
Para Hollande, los franceses saben ahora que en 2008 la "vaporosa" política de civilización se reducirá a la banal continuidad de su vida de hoy. "Cuando un responsable público no tiene cifras que presentar, produce palabras", añadió.
La Unión por un Movimiento Popular (UMP), el partido de Sarkozy, se felicitó, al contrario, del voluntarismo del presidente que ha demostrado, a su juicio, que mantendrá las promesas realizadas a los franceses, según declaró Frédéric Lefebvre, secretario nacional de la UMP encargado de Economía.
"Volver a dar esperanzas pasa por una estrategia de largo plazo que el presidente definió perfectamente como un nuevo proyecto de civilización", señala en un comunicado.
"El presidente --agrega-- ha mostrado hoy su voluntad de un compromiso fuerte del Estado para cambiar la relación capital/trabajo en la empresa y reequilibrar la situación entre asalariados y accionistas. La izquierda lo ha soñado, la mayoría lo hará". Entre las múltiples reacciones que ha suscitado la intervención del jefe del Estado francés figura la del alcalde de París, el socialista Bertrand Delanöe, directamente afectado por la intención de Sarkozy de implicarse en la construcción del 'Gran París' para hacer de la capital gala "un laboratorio de la modernidad".
"Yo no considero a los parisinos como cobayas de una política o de un hombre", respondió Delanoë a través de un comunicado en el que recuerda que desde 2001 se ha puesto fin en París a decenios de "ignorancia y desprecio de la capital respecto a sus vecinos".
