PARIS, 11 Abr. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Javier Gómez Muñoz) -
El primer ministro francés, Dominique de Villepin, sigue cayendo en todos los sondeos como consecuencia de su gestión de la crisis del 'contrato joven', cuya sustitución por un nuevo dispositivo fue anunciada definitivamente ayer. Villepin bate incluso el récord de impopularidad de su predecesor, Jean Pierre Raffarin, y recaba apenas un 29 por ciento de opiniones positivas.
Este barómetro, publicado mensualmente por 'Paris-Match' y que aparecerá en su número de esta semana, indica que el 71 por ciento de los franceses desaprueba la actuación de Villepin como jefe del Ejecutivo. Raffarin, cuya popularidad cayó en picado durante sus tres años de mandato (mayo 2002-junio 2005), obtuvo como peor resultado un 30 por ciento de apoyo.
Villepin cae 12 puntos con respecto al anterior sondeo de "Paris-Match" y más de 20 con respecto a principios de 2006. Otras encuestas, como la publicada el lunes por el diario 'Libération', colocan al primer ministro en un escalón todavía más bajo de opiniones favorables: sólo el 25 por ciento.
El presidente Jacques Chirac, el otro gran damnificado de la crisis del Contrato Primer Empleo (CPE), obtiene el mismo resultado que Villepin (29 por ciento), por lo que ni siquiera tres de cada diez franceses están satisfechos con su actuación. Chirac, según la encuesta de 'Libération', ha batido el récord negativo de popularidad de cualquier otro jefe de Estado durante la V República gala, que inició a mediados del siglo XX.
El estudio del semanario 'Paris-Match' confirma que el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, ha salido reforzado de su apuesta por el diálogo para resolver las diferencias con los sindicatos y los estudiantes. Entre él y Villepin, un 63 por ciento prefiere al presidente de la UMP, frente al 51 por ciento que lo elegía hace tan sólo un mes.
Otro de los elementos llamativos es que el 64 por ciento de los ciudadanos cree que la izquierda no lo habría hecho mejor que la derecha en el Gobierno. Pese a todo, un 54 por ciento sigue prefiriendo la victoria del centro-izquierda en las elecciones presidenciales de 2007.
