MOSCÚ, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las fuerzas de seguridad rusas que intervinieron en el secuestro de una escuela por separatistas chechenos en la localidad de Beslán (Osetia del Norte) en 2004, lanzaron granadas al interior del recinto, provocando una cadena de explosiones mortales y el asalto al colegio, en el que 333 personas perdieron la vida, según manifestó hoy un parlamentario ruso durante la presentación de un nuevo informe sobre la tragedia.
Yuri Savelyev, experto en explosiones y fuegos que encabezó el estudio, contradijo así la versión oficial que firma que las explosiones y el incendio comenzaron cuando los secuestradores hicieron explotar bombas. Además acusa a las autoridades rusas de resolver de forma inepta la operación de rescate, y de disparar desde armas automáticas, lanzadores de granadas y tanques a zonas donde los rehenes, en su mayoría niños, estaban encerrados.
La tragedia de septiembre de 2004 comenzó cuando militantes chechenos tomaron una escuela con 1.128 alumnos, profesores y padres en el día del comienzo de las clases. Los terroristas demandaron la retirada de las tropas rusas de la República de Chechenia. Los atacantes murieron en su mayor parte durante el ataque, excepto uno de ellos, que fue sentenciado a cadena perpetua.
En el informe publicado hoy en la página web 'La verdad sobre Beslán', Savelyev afirma que más de 100 personas murieron cuando los secuestradores les movieron desde el gimnasio, que se encontraba en llamas, hasta el ala sur del colegio, que se convirtió en blanco de fuertes disparos procedentes de las fuerzas rusas.
"El número total de personas que se convirtieron en rehenes por segunda vez y que murieron en el ala sur se estima entre 106 y 110", relata. Esto contradice a los hallazgos del fiscal, quien afirmó que los equipos de rescate utilizaron artillería pesada sólo tras evacuar a todos los supervivientes de la escuela número 1 de Beslán.
El documento, que se basa en su mayor parte en el análisis de testimonios de testigos y otras evidencias, también reclama que las autoridades al mando de la operación de rescate esperaron más de dos horas antes de dar órdenes para que se extinguiera el fuego en el gimnasio, donde muchos rehenes se quemaron vivos. Si los bomberos hubieran trabajado con más rapidez, "probablemente habría sido posible salvar a más rehenes", dijo el informe.
Savelyev, quien es miembro de la comisión parlamentaria oficial que investiga la tragedia, declinó establecer culpables en la tragedia, asegurando que no quieren "politizar" el informe, aunque instó a la Fiscalía a investigar más a fondo las evidencias. La comisión debe presentar un informe en septiembre sobre Beslán.
