BRUSELAS, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea (UE), Javier Solana, manifestó hoy su "preocupación" por los últimos acontecimientos en Georgia a cuya capital, Tiflis, ha pedido desplazarse a su representante especial en el Cáucaso Sur, Peter Semneby, para entrevistarse con todas las partes en su nombre.
Pidió a las partes "que reanuden el diálogo y se abstengan de cualquier acción que contribuya a aumentar las tensiones" por ser, dijo, "la mejor manera de salir de las crisis". En este sentido, reveló que ya ha trasladado "un mensaje" al presidente georgiano, Mijail Saakashvili, así como a la oposición.
"Estoy muy preocupado por los últimos acontecimientos en Georgia", reconoció el jefe de la diplomacia europea, quien insistió en que "las diferencias políticas deben resolverse en el marco de las instituciones democráticas".
La capital georgiana fue escenario de enfrentamientos entre las fuerzas del orden y miembros de la oposición después de que agentes antidisturbios trataran de dispersar a los manifestantes y sacarles del centro de la ciudad donde celebraban un mitin, según la agencia rusa Ria Novosti. De las 360 personas heridas, 109 continúan hospitalizadas, según datos del Ministerio de Sanidad georgiano.
La cadena de televisión georgiana Imedi, a la que las autoridades consideran próxima a la oposición, cerró hoy forzosamente sus emisiones después de que la Policía antidisturbios irrumpiera en sus instalaciones.
La emisora había difundido hoy comunicados de los dirigentes de la oposición y había transmitido imágenes de la Policía golpeando a manifestantes, por lo que las autoridades la consideran una pieza clave de la oposición.
El presidente georgiano acusó a Rusia de fomentar las protestas de la oposición en el país y anunció que varios diplomáticos rusos "serán expulsados de Georgia". "Los servicios especiales rusos han aumentado sus actividades en Georgia", afirmó Saakashvili en un discurso a la nación emitido por televisión, horas después de que la Policía antidisturbios empleara gases lacrimógenos, cañones de agua y porras para dispersar a manifestantes que pedían la dimisión del presidente.
