ADÍS ABEBA, 7 Ago. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Etiopía y el Frente de Liberación Oromo (OLF) han firmado este martes en Asmara, la capital eritrea, un acuerdo para poner fin a casi medio siglo de conflicto armado, según ha anunciado el ministro de Información de Eritrea, Yemane G. Meskel.
Meskel ha indicado en su cuenta oficial de Twitter que se trata de un acuerdo de reconciliación rubricado por el presidente de la región de Oromía, Lemma Mergesa, y el máximo líder del OLF, Dawd Ibsa.
El portavoz gubernamental ha explicado que las partes se han comprometido a "la terminación de las hostilidades" para que el OLF pueda participar en la actividad política de Etiopía "por medios pacíficos".
"Las partes", ha comentado Meskel en la red social, también han acordado establecer una comisión conjunta para implementar el acuerdo" de reconciliación.
El OLF había declarado en julio un alto el fuego unilateral en respuesta a la decisión del Parlamento de retirarle de la lista de organizaciones terroristas.
"La declaración temporal de alto el fuego llevará a una declaración final de cese bilateral de hostilidades para poner fin de una vez por todas al conflicto armado", dijo entonces el OLF.
Este logro se enmarca en el nuevo rumbo que ha adoptado Etiopía bajo el mando de Abiy Ahmed, que ascendió al cargo en abril después de que su predecesor, Hailemariam Desalegn, renunciara en febrero por las divisiones en el gobernante Frente Revolucionario Democrático del Pueblo Etíope (EPRDF), en el poder desde 1991.
En los cuatro meses que lleva como primer ministro ha firmado un acuerdo de paz con Eritrea que se ha plasmado ya en varios encuentros con el presidente del país vecino, Isaias Afwerki. De hecho, el líder eritreo se reunió el lunes con la delegación etíope que ha viajado a Asmara para firmar la paz con el OLF.
LA LUCHA OROMO
Los rebeldes oromos iniciaron en los años 70 del siglo pasado una insurgencia de baja intensidad en busca de la autodeterminación de la región de Oromía.
Oromía es el hogar del grupo étnico más numeroso de Etiopía y de África Oriental. A pesar de que los oromos representan más de un tercio de los 100 millones de ciudadanos etíopes, han sido discriminado por los sucesivos gobiernos a favor de otras etnias.
La situación de los oromos atrajo la atención internacional en 2016 cuando el atleta etíope Feyisa Lilesa cruzó los brazos sobre su cabeza al finalizar en el segundo lugar del maratón de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, en un gesto de apoyo a las protestas de su pueblo contra un plan de tierras del Gobierno.
