MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Malí ha informado de que varios miembros de las Fuerzas Armadas están implicados en "graves violaciones" de los Derechos Humanos, después de que se hayan descubierto varias fosas comunes en la región de Mopti, escenario de enfrentamientos violentos entre las fuerzas de seguridad y las milicias islamistas.
Unos 25 cuerpos han sido localizados en estas fosas y, según el Ministerio de Defensa, hay "varias personas" de las Fuerzas Armadas implicadas en posibles abusos en las localidades de Nantaka y Kobaka. El ministro, Tiéna Coulibaly, ha pedido a la Fiscalía militar la apertura de una investigación y ha subrayado "su firme voluntad de luchar contra la impunidad".
Asimismo, Coulibaly ha prometido trabajar para que las Fuerzas Armadas malienses mantengan un "estricto respeto" de las convenciones internacionales sobre Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario en el marco de sus operaciones de combate.
Las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos han culpado al Ejército maliense de ejecuciones extrajudiciales, secuestros, torturas y detenciones arbitrarias de supuestos simpatizantes de grupos yihadistas.
La subdirectora de Human Rights Watch (HRW) para África Occidental, Corinne Dufka, ha celebrado los compromisos adquiridos por el Gobierno de Malí como "una buena noticia", pero ha advertido de que "las promesas no bastan".
"Desde 2017, he documentado más de 60 supuestas ejecuciones a manos del Ejército de sospechosos que han sido enterrados en al menos siete fosas comunes", ha afirmado en una declaración a Reuters. En ninguno de los casos, ha añadido, "se ha logrado justicia para las familias".
El presidente maliense, Ibrahim Boubacar Keita, buscará a finales de julio su reelección en unos comicios cuya legitimidad está en duda precisamente por la violencia que sigue imperando en el país africano, que en 2012 vivió su momento más tenso por la revuelta tuareg en el norte y el posterior avance yihadista.
