KAMPALA, 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Uganda y los rebeldes del Ejército de Liberación del Señor (LRA, según sus siglas en inglés) han llegado a un acuerdo para un alto el fuego que ponga fin a 19 años de conflicto que ha dejado miles de muertos y secuestrados.
Se espera que el acuerdo --alcanzado durante las conversaciones de paz que tienen lugar en Juba, en el sur de Sudán-- entre en vigor cuando el líder del LRA, Joseph Kony, anuncie el cese de hostilidades no más tarde del próximo martes, señaló un portavoz gubernamental, Paddy Ankunda.
"Hemos puesto nuestras firmas en el documento", confirmó Ankunda en conversación telefónica desde Juba, en referencia al texto que pretende acabar con una de las guerras más largas del continente africano. "Estamos contento, y ahora continuaremos trabajando para un amplio acuerdo de paz", agregó. Mientras tanto, el Ejército de Uganda continuará con sus operaciones hasta que Kony haga su anuncio, señaló el portavoz gubernamental.
Tras el anuncio del alto el fuego, los rebeldes tendrán tres semanas para concentrarse en puntos de encuentro en el sur de Sudán y el norte de Uganda donde puedan ser observados. Allí se les proporcionará comida y paso seguro, indicaron fuentes gubernamentales.
El acuerdo fue firmado hoy en el hotel Juba Raha, donde han estado teniendo lugar las conversaciones. El Gobierno había rechazado hasta ahora considerar la posibilidad de un cese de las hostilidades, aludiendo a previos acuerdos de alto el fuego firmados por los rebeldes y no respetados, pero ayer viernes decidieron imponer tres condiciones a cambio de las tregua.
La delegación del Ejército de Liberación del Señor estudió el trato durante un día antes de firmar el documento. Los rebeldes deben informar ahora a sus soldados que se encuentran desplegados por todo el norte de Uganda, y ambas partes tendrán que ponerse ahora de acuerdo sobre los puntos de asamblea seguros.
El LRA aterroriza a la población del norte de Uganda desde 1986. Liderados por un fanático religioso, los rebeldes luchan contra el Gobierno para imponer un régimen basado en los Diez Mandamientos. Sus técnicas van desde los secuestros y abusos de menores a las mutilaciones y asesinatos de la población civil.
