MADRID, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
El partido-milicia chií libanés Hezbolá ha reiterado este jueves que está en manos del primer ministro designado, Saad Hariri, resolver la disputa en torno a la representación de los parlamentarios suníes 'independientes' para su inclusión en el nuevo Gobierno.
El nuevo Gobierno estuvo cerca de formarse la semana pasada después de que Fuerzas Libanesas aceptaran integrarse en el mismo, si bien en el último momento surgieron nuevas disputas en torno a la representación de los parlamentarios suníes independientes.
Hezbolá ha insistido en que estos parlamentarios cuenten al menos con un ministerio, lo que ha vuelto a estancar el proceso de formación del Ejecutivo, pendiente desde la celebración en mayo de las elecciones parlamentarias.
El vicesecretario general de Hezbolá, Naim Qasem, ha recalcado durante la jornada que el partido-milicia "fue uno de los primeros facilitadores para la formación de gobierno y el nombramiento de Hariri como primer ministro".
"Durante los cinco meses que se han perdido por demandas y contrademandas, todo el mundo ha aplaudido la posición de Hezbolá", ha dicho, antes de agregar que el partido-milicia aceptó tres ministerios "para que se tengan en cuenta los derechos de los aliados y los que tuvieron éxito en las parlamentarias".
Así, ha resaltado que Hariri "puede lograr un acuerdo de gobierno mañana, o puede posponerlo para otro momento". "La pelota está en el patio del primer ministro", ha sostenido, antes de pedirle "una solución razonable y apropiada", según ha informado la cadena de televisión libanesa Al Manar, vinculada a Hezbolá.
El presidente del país, Michel Aoun, se ha posicionado del lado de Hariri, pese a ser aliado de Hezbolá, e incluso la semana pasada pidió al partido-milicia que evite "una ruptura de la unidad nacional".
En este sentido, indicó que "cada minuto de retraso en el proceso de formación de gobierno cuesta mucho", al tiempo que ha resaltado que "la situación no es fácil". "No sé si la gente valora las cosas como lo hago yo", lamentó.
Aoun designó nuevamente como primer ministro a Saad Hariri el 24 de mayo, después de que el líder del Movimiento Al Mustaqbal recabara los apoyos necesarios en el Parlamento, después de los comicios celebrados ese mes.
La decisión de la Presidencia cumplió así con el complicado reparto de poderes en el país, que reserva el cargo de primer ministro a un suní. La reelección de Hariri se daba prácticamente por garantizada, debido a los apoyos con los que contaba el político.
