MADRID, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este lunes los ataques aéreos "indiscriminados" perpetrados por las fuerzas leales al presidente sirio, Bashar al Assad, en más de 300 barrios de Alepo y sus alrededores, que han provocado la muerte de cientos civiles y el aumento de refugiados que huyen del conflicto.
La organización ha indicado en un comunicado que dispone de nuevas imágenes de satélite, vídeos y relatos de testigos que revelan la "naturaleza indiscriminada" de los ataques aéreos lanzados contra los distritos rebeldes de Alepo desde noviembre de 2013.
Estos ataques tienen lugar pese a la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que instaba a todas las partes involucradas en el conflicto a dejar de utilizar "armas indiscriminadas en zonas civiles, incluidos los bombardeos y ataques aéreos, además del uso de bombas de barril".
"Las nuevas fotos de satélite y relatos de testigos muestran la brutalidad desatada en varias partes de Alepo", ha afirmado la directora de HRW para Oriente Próximo, Sarah Leah Whitson, que ha denunciado la muerte de cientos de civiles por el uso de bombas de barril.
"Si estas armas indiscriminadas consiguen alcanzar un objetivo militar es pura suerte", ha criticado Whitson. Las imágenes de satélite de HRW han identificado al menos 340 zonas de Alepo que han sido bombardeadas con bombas de barril, a tenor de los daños que han causado.
ATAQUES EN ZONAS CIVILES
La mayoría de los barrios bombardeados están bajo control rebelde, aunque los ataques han tenido lugar en zonas que están muy alejadas de la línea de guerra, según los testigos, un hecho que para HRW "refleja la naturaleza indiscriminada de los ataques".
"El uso continuado de bombas de barril y otros explosivos de alta potencia no dirigidos sobre zonas residenciales demuestra que esto no son incidentes aislados si no que surgieren una estrategia deliberada de atacar estas zonas", ha denunciado la ONG.
El centro de Documentación de Violaciones (VDC), una organización con sede en Siria, ha informado de 266 ataques aéreos en Alepo y alrededores desde el pasado mes de noviembre a enero, que han provocado la muerte de al menos 1.380 civiles, 441 de ellos niños. Además ha cifrado en más de 20.000 a los heridos.
EMBARGO DE ARMAS
Por todo ello, HRW ha instado al Consejo de Seguridad de la ONU a imponer un embargo de armas al Gobierno sirio, además de sobre todos los grupos implicados en la violación continuada de los Derechos Humanos, que deberían ser enviados ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) "para que rindan cuentas".
"Este embargo debería limitar la capacidad del Gobierno sirio de perpetrar ataques aéreos", ha afirmado HRW, que ha subrayado que la comunidad internacional debería asegurarse de que Siria no recibe nuevos helicópteros ni dispone de ninguno que pueda perpetrar ataques.
"Durante tres años el Ejecutivo sirio ha abierto fuego contra civiles sin casi consecuencias", ha criticado Whitson. "El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debería responder a esta despreocupación con su resolución, incluido el embargo de armas, para demostrar que habrá sanciones por cometer violaciones a los Derechos Humanos", ha afirmado.
