MADRID, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
La organización Human Right Watch (HRW) ha instado este jueves a las autoridades chinas a investigar la muerte del activista defensor de Derechos Humanos Ji Sizun dos meses después de ser liberado de prisión.
Ji, de 69 años, habría sido maltratado cuando estaba detenido y murió por causas desconocidas en un hospital en la provincia de Fujian, según la organización.
"Las autoridades chinas deben investigar la hospitalización y la muerte de Ji Sizun y responsabilizar a todos los responsables de las infracciones", ha indicado la investigadora de HRW para China, Yaqiu Wang. "Para los defensores de los Derechos Humanos en China, las penas de prisión se están convirtiendo cada vez más en penas de muerte", ha añadido.
El activista fue liberado a finales de abril tras pasar cuatro años y medio en prisión por "reunir a una multitud para alterar el orden público". Después fue directamente trasladado a la unidad de cuidados intensivos del hospital de Xiangcheng, donde solo pudieron visitarle algunos familiares.
Según la familia, Ji se encontraba en una buena condición física cuando entró en prisión y durante su estancia en prisión sufrió diabetes, una enfermedad coronaria e hipertensión arterial.
Ji brindó asesoría legal a grupos desfavorecidos como víctimas de la política de un solo hijo en el país, desalojos forzosos y expropiación de tierras, según ha informado HRW.
La organización ha advertido de que en los últimos años, varios disidentes han sufrido graves enfermedades durante sus detenciones, no han obtenido la atención adecuada y han muerto durante su detención o poco después de ser liberados.
"La única lección que las autoridades chinas parecen haber aprendido de la muerte de estos activistas es que pueden salirse con la suya con el trato ilícito de los prisioneros", ha manifestado Wang. "El hecho de que el Gobierno no haya dado cuenta públicamente de estas muertes solo significaría más pérdidas innecesarias de vidas en el futuro", ha aseverado.
