MADRID, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha instado a las autoridades de Kenia a mantener abierto el campo de refugiados de Dadaab, el mayor del mundo y que alberga a unas 250.000 personas, la mayoría de ellas somalíes.
"Kenia tiene que dejar de lado sus planes para cerrar el campo y comprometerse a proteger a los refugiados a los que ha dado cobijo desde hace tres décadas", ha manifestado en un comunicado Otsieno Namwaya, investigador de la organización para África.
"Las autoridades deben garantizar que los refugiados vuelvan de forma voluntaria basándose en información creíble sobre la situación actual en Somalia", ha añadido.
El pasado mes de febrero, el Gobierno de Kenia pidió al Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) el cierre del campo de refugiados de Dadaab. La petición fue trasladada por el Ministerio de Exteriores keniano en una carta. En ella, el Gobierno keniano llamaba a "reubicar a los refugiados de Daadab, bien en Somalia o bien en países terceros en los casos de solicitantes de asilo".
Para justificar su petición, Kenia señaló que "Dadaab ha sido utilizado como base para actividades que ponen en peligro la seguridad nacional, principalmente el terrorismo". Las autoridades kenianas ya habían denunciado en el pasado el supuesto vínculo entre el campo de refugiados y algunos de los autores de los atentados del grupo islamista Al Shabaab en el país.
A principios de ese mismo mes el Tribunal Superior de Nairobi revocó el plan del Gobierno de Kenia de cerrar el campo de refugiados y consideró inconstitucional la repatriación de quienes viven en él.
"Muchos refugiados somalíes son víctimas de la violencia, de la que han huido en busca de protección", ha afirmado Namwaya, que ha alertado de que "obligarlos a volver a enfrentarse a la violencia y la persecución sería inhumano y una violación legal de las obligaciones de Kenia".
