Publicado: jueves, 8 febrero 2018 7:48

MADRID, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -

La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) ha reclamado este jueves a las autoridades de Bangladesh que pongan fin a los arrestos arbitrarios y detenciones de seguidores del Partido Nacionalista de Bangladesh (BNP) y otras formaciones opositoras.

La ONG ha indicado que cientos de personas han sido arrestadas o puestas bajo detención preventiva de cara al veredicto de este jueves contra la presidenta del BNP, Jaleda Zia, y otras cinco personas, entre ellas su hijo.

"El Gobierno de Bangladesh viola los derechos a la libertad de expresión y asamblea pacífica evitando que los seguidores de la oposición se manifiesten", ha dicho el director de HRW para Asia, Brad Adams.

"Si bien todos los líderes de partidos políticos deben advertir a sus seguidores contra participar en actos violentos, es crucial que las fuerzas de seguridad actúen con contención en todas las ocasiones", ha añadido.

Zia, acusada de malversación por 250.000 dólares (cerca de 203.000 euros) recibidos en caridad por un orfanato, podría ser encarcelada y descalificada para presentarse a las elecciones previstas para principios de 2019.

La líder opositora denunció el miércoles que el Gobierno ha presentado acusaciones falsas contra ella para "acosarla a ella y a su familia", pidiendo a sus seguidores que mantengan la calma durante las protestas.

En previsión a una posible condena contra la líder opositora, las fuerzas de seguridad han reforzado su despliegue, prohibido las concentraciones y las protestas, y arrestado a varios altos cargos del BNP.

En este sentido, HRW ha recalcado que las fuerzas bangladeshíes ya han ejercido en el pasado un excesivo e indiscriminado uso de la fuerza para reprimir manifestaciones políticas, denunciando arrestos, torturas, asesinatos y desapariciones forzosas de cientos de personas.

La organización Ain O Salish Kendra (ASK) ha cifrado en más de 1.780 los arrestados durante los últimos ocho días, entre ellos miembros del BNP, el partido islamista Jamaat-e-Islami y otros no vinculados a ninguna formación.

"Los compromisos del Gobierno de Bangladesh de ser abierto y democrático suenan huecos mientras aplasta a la oposición política. El Gobierno tiene la responsabilidad de evitar y minimizar la violencia, pero necesita hacerlo de una forma que respete los derechos básicos, no que los viole", ha remachado Adams.

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