BUDAPEST, 22 Sep. (EP/AP) -
Varios grupos de defensa de los Derechos Humanos manifestaron hoy su preocupación porque la Policía esté empleando una fuerza excesiva y deteniendo a personas sin justificación para frenar a los manifestantes que piden la renuncia del primer ministro húngaro, Ferenc Gyurcsany.
Desde que comenzara con su operación el pasado lunes, la Policía ha detenido a más de 140 personas. Los jueces de investigación atendieron hoy los casos de 95 de esas personas, decidiendo si deberían permanecer detenidas durante 30 días bajo sospechas de proceder de manera incorrecta, sin ser acusadas.
Los tribunales sólo rechazaron un caso, explicó el portavoz de la Fiscalía de Budapest, Attila Morvai, e indicó que los jueces continuarán con las audiencias mañana sábado. "En todos los casos, existen sospechas fundadas de comportamientos delictivos", declaró Morvai.
El Comité Húngaro Helsinki, sin embargo, manifestó que había sido contactado por amigos y familiares de varias personas que fueron detenidas de manera injustificada. Además, otros grupos de Derechos Humanos también expresaron que había informes de personas detenidas por haber estado en el lugar equivocado en el momento equivocado.
Las protestas comenzaron el domingo después que se filtrara una grabación en la que el primer ministro socialista admitió haber mentido sobre el estado de la economía para ganar los comicios de abril.
Las marchas han sido en general pacíficas. Pero un grupo de varios cientos de manifestantes, principalmente hooligans o integrantes de grupos extremistas, participaron en tres noches de disturbios en varios lugares del centro.
Amnistía Internacional y la Unión de Libertades Civiles de Hungría dijeron que temían que los detenidos fueran juzgados de manera colectiva y no uno por uno.
