La AEA pide explicaciones al Gobierno belga, al que acusa de lanzar el impuesto para recaudar con una excusa medioambiental
GINEBRA, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) calificó hoy de "locura colectiva" los planes de los Gobiernos de Bélgica e Irlanda de crear nuevos impuestos sobre el sector aéreo para recaudar 132 y 150 millones de euros respectivamente.
En un comunicado, el consejero delegado de la IATA, Giovanni Bisignani, señaló que la creación de "impuestos sobre los transportes gratuitos" para llenar el agujero dejado por la inversión del Estado en la financiación de la industria bancaria es un acto de "miopía política".
El pasado martes, los Gobiernos de Bélgica e Irlanda anunciaron sus planes de aplicar un nuevo impuesto en las salidas aéreas en sus nuevos presupuestos. Si se combinan estos nuevos impuestos con los recientemente incorporados en Reino Unido y en Holanda, para 2010 los pasajeros del sector aéreo harían frente a una factura fiscal anual de 3.800 millones de euros, según los cálculos de la IATA.
"El momento para encarecer la movilidad por parte del Gobierno no podía ser peor", denunció Bisigniani, quien sugirió que se echara un vistazo a los costes extras a los que está haciendo frente la industria aérea, entre ellos por el combustible.
Bisigniani recomendó a los Gobiernos europeos que en vez de aprobar impuestos nuevos se preocupen por mejorar la competitividad de la industria aérea europea a través del impulso del acuerdo de 'cielo único europeo', por el cual se generan ahorros de 16 millones de toneladas de CO2 al año, el equivalente a 5.000 millones de euros.
LA AEA PIDE EXPLICACIONES AL GOBIERNO BELGA.
Por su parte, la Asociación Europea de Aerolíneas (AEA) ha pedido al Gobierno belga que "sea claro" en su propuesta de aplicar nuevos impuestos a los pasajeros que utilicen sus aeropuertos y le exige que admita que es un "estricto ejercicio monetario" que realmente no tiene efectos sobre el medio ambiente.
La propuesta fiscal presentada ayer contribuirá anualmente con 132 millones de euros a las arcas de Tesoro del Estado belga, por lo que la AEA denuncia que se ha utilizado un pretexto medioambiental para recaudar dinero.
"Existe una lógica perversa en este caso. O los impuestos van dirigidos al Tesoro público o al medioambiente. Los impuestos de los pasajeros no pueden volar ni tener ambos destinos", recalcó el secretario general de la AEA, Ulrich Schulte-Strathaus.
