India expresa su "decepción" por la liberación del presunto cerebro de los atentados de Bombay

Actualizado: martes, 25 mayo 2010 17:07


ISLAMABAD, 25 May. (Reuters/EP) -

El Gobierno indio expresó este martes su "decepción por la decisión del Tribunal Supremo de Pakistán de rechazar el recurso presentado por el Gobierno de Islamabad contra la liberación del presunto cerebro de los atentados de Bombay de noviembre de 2008, en los que diez hombres armados mataron a 166 personas y que India ha atribuido a un grupo terrorista asentado en territorio paquistaní.

"Hay una sensación de decepción", admitió ante los medios de comunicación la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores de India, Nirupama Rao. "Consideramos a Hafiz Mohamad Said uno de los cerebros de los atentados de Bombay", añadió.

Tanto el Gobierno central de Pakistán como un gobernador provincial habían presentado un recurso contra la liberación de Said --fundador del grupo armado paquistaní Lashkar-e-Taiba (LeT)--, decidida este mismo año por un tribunal del país.

Pero el Supremo concluyó que éstos no habían presentado pruebas suficientes contra Said, que también está al frente de la organización caritativa islámica Jamaat-ud-Dawa. "Las apelaciones se han rechazado", anunció el juez Nasir ul Mulk, que preside una comisión de tres miembros.

Yahya Mujahid, portavoz de la organización caritativa, declaró a la agencia Reuters que "la decisión del tribunal transmite el claro mensaje de que Jamaat-ud-Dawa y su director no tienen nada que ver con el terrorismo".

Said fundó LeT junto con otras personas en 1990 para unirse a la insurgencia musulmana contra la soberanía india sobre una parte de la región de Cachemira. Pero dejó de dirigir el grupo poco después de que India le acusase a LeT y a otro grupo miliciano de un ataque perpetrado contra el Parlamento indio en diciembre de 2001. Las autoridades paquistaníes ilegalizaron LeT en enero de 2002.

Said fue detenido en Pakistán en diciembre de 2008, después de que una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU le incluyese a él y a Jamaat-ud-Dawa en una lista de personas y organizaciones que apoyan a la red terrorista Al Qaeda. Pero un tribunal de la ciudad de Lahore ordenó su puesta en libertad el año pasado por la falta de pruebas en su contra, un fallo que fue recurrido por el Gobierno ante el Supremo.

Durante los atentados del 26 de noviembre de 2008 en Bombay, las fuerzas de seguridad indias mataron a nueve de los diez terroristas que los llevaron a cabo. El décimo, el paquistaní Mohamed Ajmal Amir Kasab, fue capturado con vida y un tribunal indio lo condenó a muerte este mes de mayo.

Islamabad ha reconocido que aquellos ataques se planearon y se prepararon en parte en su territorio y hasta ahora ha llevado a juicio a siete sospechosos por su presunta participación en los mismos.

El mes pasado, los gobiernos de India y Pakistán acordaron reanudar sus conversaciones bilaterales, que Nueva Delhi decidió interrumpir después de los atentados de Bombay, pero no se prevé que este proceso fracase debido a la decisión que ha tomado el Supremo este martes.