LOUISVILLE (KENTUCKY, EEUU), 7 Jul. (EP/AP) -
El ex soldado del Ejército estadounidense acusado de violar a una iraquí y después matarla, junto al resto de su familia, se declaró hoy inocente a través de su abogado público.
Steven D. Green, de 21 años, también rechazó su derecho a tener una audiencia preliminar y otra de detención, y aceptó que su caso se desarrolle en el Distrito Occidental de Kentucky.
El juez federal James Moyer dictaminó que Green será instruido de cargos el 8 de agosto en Paducah. El FBI arrestó el pasado viernes a Green en Marion (Carolina del Norte). Green indicó que no podía pagar un abogado y que sólo tenía 6.000 dólares en una cuenta bancaria y un Lincoln Town Car de 1995.
El fiscal asistente federal Brian Butler dijo que el caso sería presentado a un jurado investigador a mediados de julio, probablemente en Paducah.
Butler y la fiscal asistente federal Marisa Ford rechazaron comentar dónde permanecerá detenido Green hasta que se le presenten cargos. Green está siendo enjuiciado en una corte federal y no por un consejo de guerra, porque ya no pertenece al Ejército.
Green, quien sirvió 11 meses en la División Aérea 101, destacada en Fort Campbell (Kentucky), fue dado de baja debido a un "desorden de personalidad antisocial" y se marchó del Ejército a mediados de mayo, según oficiales militares y documentos judiciales.
El desorden de la personalidad antisocial, una condición psiquiátrica, es un comportamiento crónico en que la persona manipula, explota o transgrede los derechos de otros. Una persona con este mal podría transgredir las leyes reiteradamente, mentir, involucrarse en peleas y mostrar una falta de remordimiento.
El presidente estadounidense, George W. Bush, en declaraciones ayer al programa "Larry King Live", de la CNN, sostuvo que los iraquíes deben entender que los alegatos serán "manejados de una manera muy transparente y abierta". "Se responsabilizará a la gente si es que estos alegatos son ciertos", abogó.
Sin embargo, también defendió al personal militar en general. "Lo que no quiero que pase es que la gente diga, bueno, las fuerzas armadas estadounidenses están llenas de gente como esta. Ese no es el caso. Nuestras fuerzas armadas son fabulosas", añadió.
Según una declaración jurada, Green y otros soldados se interesaron por la joven después de verla en un puesto de control de automóviles cerca de Mamudiya.
El día del ataque, según los documentos, Green llevó a tres miembros de la familia --un hombre, una mujer y una niña de unos cinco años-- a un cuarto y después se escucharon disparos.
El cadáver de la joven apareció quemado, y los otros cadáveres fueron encontrados en una casa que había sido incendiada. No se han presentado cargos contra otros soldados.
Green podría ser condenado a muerte si es declarado culpable del crimen, que ha tensado aún más las relaciones de los militares estadounidenses con la población iraquí, además de conmocionar al mundo entero.
