BAGDAD, 23 Nov. (EP/AP) -
Dirigentes chiíes, suníes y kurdos hicieron hoy un llamamiento a la calma a la población después de los atentados con coche bomba y disparos de mortero en el barrio chií de Ciudad Sadr, en Bagdad, que dejaron más de 150 muertos, y que fueron perpetrados por insurgentes suníes.
Los principales responsables del Gobierno mantuvieron una reunión de emergencia en la residencia del líder chií Abdulaziz al Hakim, a la que asistieron el presidente iraquí, Jalal Talabani (kurdo), el vicepresidente suní, Tariq al Hashimi, y el embajador estadounidense, Zalmay Khalilzad, según indicó un ayudante de Al Hakim.
Posteriormente, los tres responsables iraquíes aparecieron en la televisión nacional. Al Hashimi leyó una declaración en la que llamaron a la población a la calma y a la contención e instaron a los políticos a trabajar duro para acabar con la violencia sectaria.
"Pedimos una revisión de los actuales planes de seguridad del Gobierno para Bagdad para proteger mejor a los civiles inocentes", indicó en nombre de los tres. El Gobierno ha impuesto el toque de queda en la capital a partir de las 20:00 horas de hoy hasta nuevo aviso.