BAGDAD, 2 Oct. (EP/AP) -
El primer ministro iraquí, Nouri al Maliki, anunció hoy un nuevo plan para recomponer las relaciones entre los partidos chiíes y suníes que forman parte de su Gobierno de unidad nacional. El primer objetivo es frenar la violencia sectaria que se cobra cada día decenas de vidas sólo en la capital.
El plan es el resultado de las conversaciones mantenidas por Al Maliki con los máximos representantes de los principales partidos suníes y chiíes. La propuesta recoge la creación de comisiones locales en cada distrito de la capital, compuestas por representantes de cada partido. Su misión será supervisar la labor de las fuerzas de seguridad iraquíes contra la violencia sectaria, explicó Al Maliki. Un comité central, también compuesto por miembros de los dos partidos, se coordinará con las Fuerzas Armadas.
"Hemos tomado la decisión de acabar con el odio sectario de una vez por todas", afirmó Al Maliki en rueda de prensa. "Hemos jurado ante Dios Todopoderoso parar la matanza", añadió.
Uno de los principales objetivos del plan parece acabar con la desconfianza entre los dos principales partidos comunitarios que apoyan al Gobierno, ya que estos días se han sucedido las acusaciones contra los chiíes, que supuestamente ejercieron su poder en al administración para que la Policía hiciera la vista gorda sobre la violencia sectaria cometida por los grupos chiíes implicados en la matanza de suníes.
Por su parte, los políticos chiíes acusaron a los partidos suníes de tener vínculos con los terroristas tras la detención del guardaespaldas del líder del princpial partido suní bajo la acusación de planear ataques terroristas y de estar vinculado con Al Qaeda.
Hoy mismo la Policía de Bagdad informó de la aparición de unos 50 cadáveres de civiles atados de pies y manos, amordazados y con signos de tortura. Otras 14 personas, trabajadores de una tienda de informática, fueron secuestradas también en la capital.
