Irak.- Al Maliki no ve motivo alguno para impedir las ejecuciones de Alí el Químico y otros condenados

Actualizado: domingo, 11 noviembre 2007 15:45

Estados Unidos rechaza entregar a los reos mientras los dirigentes suníes piden la amnistía para uno de los condenados

BAGDAD, 11 Nov. (EP/AP) -

El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, afirmó hoy que no hay justificación legal alguna para impedir la ejecución de Alí al Majid, conocido como Alí el Químico, y de los otros dos condenados por los crímenes perpetrados por el régimen baazista de Sadam Huseín contra la población kurda iraquí. Varios destacados dirigentes políticos iraquíes han pedido la amnistía para uno de los tres condenados a la horca, el ex ministro de Defensa, Sultán Hashim al Taie.

Al Maliki aseguró no tener inconveniente alguno en aplicar, si existiera, una vía legal para otorgar el perdón a Al Taie, si esto sirviera para "unir a políticamente a los grupos y las tribus". Sin embargo, matizó que no tiene "derecho" a comportarse según sus opiniones personales y recordó que no existe base legal alguna para impedir la ejecución de Al Taie.

"La ley es muy clara y da un mes de plazo para aplicar" la sentencia de muerte. "Ahora hemos violado esa ley al no aplicarla", explicó.

Al Maliki también criticó la supuesta intención de Estados Unidos de no entregar a los tres prisioneros para ser ejecutados.

Al Majid y Al Taie fueron condenado el pasado mes de junio junto a un subdirector de operaciones de las fuerzas armadas iraquíes, Huseín Rashid Mohamed, por los cargos de genocidio, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Durante la represión de hace dos décadas contra los kurdos murieron hasta 180.000 civiles y milicianos kurdos.

Un tribunal ratificó la sentencia en septiembre. La ley iraquí establece que las ejecuciones deben materializarse en el plazo de un mes desde la ratificación de la sentencia.

Entre los que han pedido la conmutación de la condena de Al Taie están figuras tan relevantes como el presidente iraquí, Jalal Talabani, el vicepresidente suní, Tariq al Hashemi, o el presidente del Parlamento, Mahmud al Mashhadani, también suní. Argumentan que sería entendida esta amnistía como un gesto de reconciliación nacional.

Muchos suníes perciben la condena de Al Taie como una prueba más de la presunta persecución que ejercen los chiíes y los kurdos contra los suníes desde las instituciones ejecutivas y judiciales y como represalia contra el dominio suní reinante durante el régimen baazista de Sadam Huseín.

Sin embargo, Al Maliki mantiene que una conmutación de la pena de Al Taie sería una interferencia en el poder judicial. Además, la ley iraquí no prevé perdón posible para los condenados por un tribunal especial constituído para juzgar los delitos del régimen baazista.