BAGDAD, 2 Dic. (EP/AP) - Dos policías iraquíes murieron el domingo al ser alcanzados por una bomba cuando patrullaban por un vecindario suní de Bagdad, y otro agente de seguridad fue muerto a tiros camino a su trabajo, dijeron las autoridades. Además, hacia el norte de Bagdad, otra bomba colocada en una carretera alcanzó a una patrulla militar iraquí provocando la muerte a otros tres soldados.
Los hechos de violencia en Irak han caído a niveles sin precedentes desde enero del 2006, cuando un ataque contra una mezquita chií en Samarra desencadenó un gran derramamiento de sangre sectario que mató a miles de personas. Sin embargo, los atentados con bombas colocadas en carreteras, los asesinatos a blancos específicos y los secuestros persisten a diario, y las autoridades estadounidenses han advertido que los avances en la seguridad serán insostenibles si los suníes, chiíes y curdos no logran acuerdos para compartir el poder.
Pero los acuerdos para reconciliar a los distintos grupos políticos han sido difíciles para el gobierno controlado por los chiíes.
Las antiguas disputas se incrementaron la semana pasada, cuando los soldados iraquíes rodearon la casa de uno de los legisladores suníes más poderosos después de descubrir un vehículo cargado de explosivos cerca de su oficina. Funcionarios iraquíes y estadounidenses dijeron uno de los guardaespaldas de Adnan al Dulaimi tenía las llaves del vehículo.
El domingo, al Dulaimi acusó al Gobierno de intentar silenciarlo con lo que describió como un arresto domiciliario virtual.
"Quieren mantenerme en silencio y que no levante mi voz para defender los derechos de la población y los detenidos iraquíes", declaró en comunicación telefónica, el líder el bloque suní más grande del Parlamento.
