Irak.- Las tres comunidades piden el fin de la violencia y prometen castigar a los culpables del atentado de C. Sader

Actualizado: domingo, 26 noviembre 2006 22:33

BAGDAD, 26 Nov. (EP/AP) -

Los líderes suníes, chiíes y kurdos pidieron hoy domingo el fin de la violencia sectaria en Irak y prometieron capturar a los responsables del ataque más letal de la guerra, mientras estallaban fuertes enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad iraquíes y la insurgencia suní por segundo día consecutivo en Baquba, capital de la provincia de Diyala, al norte de Bagdad.

Después de la tercera reunión en esta semana del Consejo Político para la Seguridad Nacional en Bagdad para analizar la crisis iraquí, el primer ministro chií Nouri al Maliki; el presidente del parlamento Mahmud al Mashhadani, de la etnia suní; y el presidente kurdo Jalal Talabani, ofrecieron el domingo una declaración conjunta en la televisión nacional.

"Prometemos mártires que capturaremos a los asesinos y criminales, a los terroristas", a los extremistas suníes, "por intentar dividirlos sin piedad", expresaron los principales políticos, refiriéndose a las 215 personas que murieron en un ataque del jueves de la insurgencia suní en Ciudad Sader, el principal distrito chií del país.

El portavoz del Gobierno Ali al Dabbag leyó la declaración en la televisión nacional mientras Al Maliki, Al Mashhadani, y Talabani permanecían parados a su lado.

Al Maliki instó también a su Gobierno de unidad nacional de suníes, chiíes y kurdos a terminar con la violencia sectaria frenando sus disputas públicas.

"La crisis es política, y son los políticos los que tienen que intentar impedir más violencia y derramamiento de sangre. Los hechos terroristas son un reflejo de la falta de acuerdo político", sostuvo. Al finalizar la jornada, 17 insurgentes habían muerto, 15 fueron detenidos y 20 civiles secuestrados. Asimismo, se encontraron tres cadáveres, un Marine estadounidense falleció y otros dos resultaron heridos.

El alcalde de la localidad también salió ileso de un intento de asesinato, en el que murió uno de sus guardias y otros tres resultaron heridos.

Durante otros enfrentamientos del sábado en Baquba, la Policía había acabado con la vida al menos 36 insurgentes y lesionado a decenas, después que varios milicianos armados con fusiles de asalto y lanzagranadas atacaran edificios del Gobierno en el centro de la ciudad, dijo la policía. Los enfrentamientos se extendieron durante horas en Baquba, a unos 60 kilómetros al noreste de Bagdad.

El sábado las autoridades, entre ellas el ministro de Defensa Abdul-Qader al Obaidi y el principal comandante estadounidense en Irak, el general George Casey, resolvieron despedir al comandante policial de Diyala, al considerar que no había podido frenar la infiltración de insurgente suníes en la fuerza, según dijeron dos funcionarios iraquíes a condición de mantener su nombre en el anonimato.

Por otra parte, dos proyectiles de morteros alcanzaron un puesto militar estadounidense en un área chií del este de Bagdad, incendiándolo, dijeron policías y testigos.

El teniente coronel Scott Bleichwehl, portavoz militar estadounidense, confirmó que los morteros habían caído en los alrededores de una base de operaciones de la coalición, pero se negó a decir cuál había sido el resultado del ataque. Expresó que eso permitiría al "enemigo" evaluar su efectividad.