Hasán Rohani
PRESIDENCIA DE IRÁN - Archivo
Actualizado: viernes, 18 mayo 2018 21:03

MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Irán, Hasán Rohani, ha pedido este viernes a los países musulmanes que "reconsideren" sus relaciones políticas y económicas con Estados Unidos por su decisión de reconocer Jerusalén como capital de Israel y trasladar allí su Embajada.

En unas declaraciones durante la cumbre de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), el mandatario iraní ha abogado por tomar esta decisión "en apoyo al pueblo palestino" y ha tildado de "destructiva" la decisión de Washington.

Asimismo, ha reclamado a los países que "corten sus relaciones con el régimen usurpador sionista --en referencia a Israel--" y que impongan un boicot a la importación de productos de compañías israelíes, según ha informado la agencia iraní de noticias IRNA.

Rohani ha afirmado que el Gobierno de Estados Unidos "es una peligrosa amenaza para la paz mundial" y ha recordado que Trump ya ha retirado al país de varios acuerdos internacionales desde su llegada a la Casa Blanca.

Por otra parte, ha advertido de que "el arsenal nuclear del régimen sionista es una grave amenaza para la paz y la seguridad internacional" y ha subrayado que los países musulmanes deben tener "entre sus principales prioridades" que las autoridades israelíes se deshagan de estas armas.

Las palabras del presidente iraní han llegado horas después de que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobara la apertura de una investigación para esclarecer los posibles crímenes de Israel durante la represión de las últimas protestas en la Franja de Gaza, a pesar de las críticas del Gobierno de Benjamin Netanyahu.

La resolución que proponía la creación de una comisión 'ex profeso' para analizar la situación ha sido aprobada con 29 votos a favor, 14 abstenciones y dos votos en contra, los de Estados Unidos y Australia. España ha votado 'sí', mientras que otros países europeos como Reino Unido, Alemania, Eslovaquia, Hungría o Croacia han optado por la abstención.

Al inicio del debate, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Husein, ha acusado al Gobierno de Israel de mantener a los 1,9 millones de gazacíes "encerrados en un gueto tóxico desde que nacen hasta que mueren" y le ha instado a cambiar sus actuales medidas de presión: "Terminad la ocupación y la mayor parte de la violencia y la inseguridad desaparecerá".

Israel ha aprovechado el foro de Ginebra para volver a justificar sus últimas actuaciones y, por boca de su embajadora, Aviva Raz Shechter, ha insistido en que los militares se limitaron a defender la frontera de los "terroristas" de Hamás, a los que ha acusado de servirse de la población civil como escudos humanos, según la agencia Reuters.

Para la embajadora, el debate de este viernes demuestra que el Consejo de Derechos Humanos ha recuperado "la peor forma de su obsesión contra Israel". "Esta sesión especial, la resolución y el llamamiento para establecer una comisión de investigación tienen motivaciones políticas y no cambiarán la situación sobre el terreno ni un ápice", ha zanjado.

EL TRASLADO DE LA EMBAJADA DE EEUU

Estados Unidos inauguró el lunes su Embajada en Jerusalén en medio de unas manifestaciones en Gaza que se saldaron con la muerte de más de 50 palestinos en la Franja de Gaza a causa de la represión por parte de las fuerzas de Israel.

Este fue el mayor balance de víctimas en un solo día desde que el 30 de marzo comenzaron las protestas en los Territorios Palestinos de cara a la 'Nakba' ('Catástrofe'), que tuvo lugar el martes y en la que se conmemora el inicio del éxodo palestino por la creación del Estado de Israel. Desde entonces, han muerto cerca de cien palestinos sin que haya ninguna baja del lado israelí.

La decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de reconocer Jerusalén como capital de Israel y trasladar la Embajada ha acabado con el consenso internacional sobre el proceso de paz entre israelíes y palestinos.

Uno de los pocos puntos de consenso en la comunidad internacional era que el estatus de Jerusalén, que ambas partes reivindican como capital, debía decidirse en unas eventuales negociaciones de paz. Netanyahu da por zanjada la cuestión, mientras que los palestinos y sus aliados árabes --entre 128 de los 193 miembros de la ONU-- exigen a la Casa Blanca que dé marcha atrás.

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