JERUSALÉN, 15 Oct. (EP/AP) -
El fiscal general del Estado israelí, Meni Mazuz, reunido hoy con varios investigadores policiales que trabajan en el caso de los presuntos abusos sexuales cometidos por el presidente israelí, Moshe Katsav, decidió recomendar la imputación del jefe del Estado hebreo por presunta violación, según informó la propia Policía israelí en un comunicado.
Un portavoz de la Policía israelí, Micky Rosenfeld, confirmó que este encuentro tuvo lugar y que se espera un comunicado oficial posterior al mismo.
Mazuz es el único con competencia para tomar la decisión de imputar a Katsav, acusado de acoso sexual, escuchas electrónicas ilegales y concesión de amnistías a cambio de dinero.
Según este comunicado, la Policía también ha reunido pruebas que podrían permitir acusar al presidente hebreo de fraude y mala conducta en los casos de las amnistías otorgadas por el presidente, supuestamente a cambio de dinero. Continúan las investigaciones sobre la presunta obstaculización de la investigación y las supuestas amenazas proferidas a una de las testigos.
Otros presidentes y primeros ministros israelíes han sido acusados de fraudes financieros e incluso un ex ministro de Defensa fue condenado por acoso sexual, pero las acusaciones a los que podría hacer frente Katsav son las más graves que han recaído en un funcionario israelí.
Un alto cargo de la investigación que habló con los medios bajo condición de anonimato, afirmó antes de esta reunión que había suficientes pruebas para imputar al presidente "en algunas cuestiones" que estaban investigando.
Katsav ha negado en repetidas ocasiones todos los cargos aunque afirmó que de ser acusado probablemente tendría que dimitir. El poder ejercido por el presidente israelí es meramente simbólico, pero es considerado una fuerza unificadora para una sociedad muy fracturada.
Las acusaciones de acoso sexual provienen de cinco mujeres que afirman que fueron acosadas cuando Katsav era ministro, pero también después, tras acceder a la presidencia del país. Las denuncias de otras cinco mujeres no han sido investigadas debido a que los delitos podrían haber prescrito.
El escándalo comenzó cuando una antigua empleada le acusó de obligarla a mantener relaciones sexuales con él bajo la amenaza de despedirla. La Policía ha interrogado a Katsav en varias ocasiones en su residencia oficial y se ha incautado de distintos documentos.
