ROMA, 3 May. (de la corresponsal de EUROPA PRESS C. Giles) -
El presidente de la República italiana, Carlo Azeglio Ciampi, confirmó hoy con una nota oficial que no tiene intención de presentarse a la reelección y que pondrá así fin a sus siete años de mandato el próximo 18 de mayo, lo que reabre una dura batalla en el país para elegir quien será el nuevo jefe de Estado.
"Ninguno de los anteriores nueve presidentes de la República fue reelegido. Considero que esta sea una costumbre significativa y es mejor no saltársela. Creo que la renovación de un mandato largo, cómo el de siete años, no va con las características de la historia republicana", se lee en la nota de Ciampi.
Sin embargo, Ciampi, muy querido por la opinión pública italiana, afirmó que "a pesar de las peticiones de volver a presentarse" por parte del mundo político y de los italianos, decidió que no era posible un nuevo septenato. "No creo, debido a mi avanzada edad, poder contar con las energías necesarias para desempeñar, debido al largo periodo previsto, las funciones del jefe de Estado", añadió.
Ciampi, de 85 años, ya había manifestado en más de una ocasión su deseo de terminar su mandato debido a su edad y dedicarse a otros menesteres, como el que le corresponde por derecho: ser senador vitalicio. Sin embargo, la coalición de centro-derecha La Casa de las Libertades, después de una reunión conjunta ayer, emitió un comunicado donde se expresaba el deseo de un segundo mandato de Ciampi.
Se trata de una decisión de la derecha pensada fundamentalmente para oponerse a la que parece que será la candidatura del próximo Gobierno de centro-izquierda, la del presidente de Democráticos de Izquierdas, Massimo D'Alema.
Con el rechazo del presidente de la República a la reelección, se abre en el país una nueva batalla política, ya que el centro-derecha anunció que se opondrá a que un candidato de la izquierda sea elegido jefe de Estado.
Los presidentes de la Cámara y el Senado decidieron que la primera votación se realizará el próximo lunes. En las tres primeras votaciones secretas será necesaria la aprobación de los dos tercios de la Asamblea (Senado, Congreso y 58 representantes regionales), mientras que en las votaciones sucesivas se requerirá la mayoría absoluta.
Después de conocer la noticia, el mundo político expresó su pesar por la decisión y el próximo presidente del Gobierno, Romano Prodi aseguró "sentirlo mucho" y agradeció su trabajo en los últimos siete años, mientras que el líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, comentó que "el no de Ciampi es un mal" y añadió que "si la izquierda fuese democrática propondría la candidatura de Gianni Letta".
Letta ha sido el hombre de confianza de Berlusconi en esta legislatura y el subsecretario de la presidencia del Congreso y según Berlusconi "tiene una capacidad operativa y un extraordinario sentido del Estado". Sin embargo, el centro-izquierda parece ahora estar completamente unido para la candidatura del ex primer ministro y presidente de Democráticos de Izquierdas.
