ROMA, 14 Feb. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -
Grupos de mujeres se manifiestaron hoy en las calles de Roma, Nápoles y Milán, entre otras ciudades italianas, a favor del aborto y para protestar contra la irrupción de la Policía en un hospital napolitano con el objetivo de supervisar la legalidad de un aborto. El incidente tuvo lugar este lunes y terminó con la requisación del feto muerto, que será sometido a una autopsia, según informaron los medios italianos.
Las manifestantes portaban carteles y pancartas en las que se leían frases del estilo 'Libres para decidir y capaces de reaccionar' así como muestras de solidaridad a Silvana, el nombre de la mujer que había abortado y que fue interrogada por la Policía.
El suceso tuvo lugar el pasado lunes en Nápoles, en pleno debate sobre el aborto a raíz de la propuesta del periodista Guliano Ferrara para sacar adelante ante la ONU una moratoria contra el aborto.
Numerosos políticos del centro-izquierda hicieron oír su voz contra el modo en que actuó la Policía pero también contra la "campaña ideológica" que habría motivado la decisión de las fuerzas del orden.
La ministra de Sanidad del dimisionario Gobierno de Romano Prodi, Livia Turco, decidió incluso participar en la concentración para manifestar su solidaridad no sólo con la mujer interrogada sino con todas las mujeres que se encuentran en su misma situación y que tienen necesidad de una "atención activa", según declaró a la cadena de televisión 'RaiNews 24'.
También el candidato a primer ministro de la Izquierda Arcobaleno --el nuevo partido de la izquierda radical--, Fausto Bertinotti, advirtió que el hecho de Nápoles es fruto de una "cruzada ideológica".
La actuación de la Policía también recibió la reprimenda de grupos 'pro vida', y por tanto contrarios al aborto, como la Asociación de Médicos Católicos Italianos (AMCI), cuyo presidente, Vincenzo Saraceni, calificó la intervención policial de "inadmisible".
El origen de este episodio fue una llamada anónima efectuada desde el interior del hospital y con la que se indicaba la presencia de una mujer que se había encerrado en un lavabo para abortar. Tras recibir esta llamada con la petición de una actuación urgente, la Policía envió a sus hombres para que verificaran dicha información y actuaran en consecuencia.
El fiscal jefe de Nápoles, Giovandomenico Lepore, insistió en que la Policía no llevó a cabo "ninguna intervención organizada o preconstituida", al tiempo que denunció el "polvorín mediático" que se "ha querido crear" a partir de este episodio y que no ha sido otra cosa que una "instrumentalización", según declaró a la emisora Radio 24.
Por su parte, la versión digital del diario 'Il Corriere della Sera' transcribió el contenido de la llamada anónima, que habría sido realizada supuestamente por uno de los enfermeros del centro médico.
Según refleja el texto, más que un problema de moral en relación con la legalidad del aborto, parece que lo que preocupaba al denunciante eran las horas extraordinarias que debe hacer el personal para atender a los pacientes, motivo por el que decidió informar concretamente sobre el caso de una de las pacientes, que había tenido que ir sola al baño para abortar.
