Italia.- El ministro italiano para Europa opina que UE está siguiendo un "camino equivocado" en materia de inmigración

Actualizado: lunes, 20 abril 2009 16:22

Andrea Ronchi defiende una política basada en la combinación entre FRONTEX y los acuerdos bilaterales, porque "la represión no basta"

MADRID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -

El ministro italiano para Asuntos Europeos, Andrea Ronchi, declaró hoy que la decisión de su Gobierno de acoger a 140 inmigrantes que se encontraban a bordo de un carguero turco y cuyo desembarco había sido rechazado por Malta revela que la Unión Europea está siguiendo un "camino equivocado" en materia de inmigración, ya que, advirtió, la emigración clandestina "es un problema de todas las naciones que forman el continente europeo". Asimismo, abogó por una política inmigratoria basada en la combinación de FRONTEX con los acuerdos diplomáticos bilaterales, ya que "la política de represión no basta".

"Creo que, a la hora de hacer frente a una emergencia de solidaridad, me honra formar parte de este Gobierno que, una vez más, ha puesto en el centro el interés de las personas", declaró Ronchi en el curso de una rueda de prensa celebrada en la sede de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) en Madrid, tras reunirse con el ex presidente del Gobierno José María Aznar.

"El valor humano está antes que cualquier otra cosa", aseveró. "Dicho esto", prosiguió, "este episodio supone una advertencia a Europa de que éste es el camino equivocado". "El problema de la emigración clandestina es un problema de todas las naciones que forman el continente europeo", afirmó.

"Europa, una vez más, no ha sido capaz, no ha estado en condiciones, de hacer una política seria, y me temo que el próximo Parlamento Europeo, la próxima Comisión Europea, la nueva clase dirigente política europea, no serán capaces de cambiar drásticamente el camino", manifestó.

A su juicio, el caso de los 140 inmigrantes que Italia revela también el "fracaso cultural y político de la Unión". Ésta es una de las grandes cuestiones que la UE no está abordando desde una postura homogénea, entre otras cosas porque carece de una identidad cultural claramente definida, añadió.

FRONTEX Y ACUERDOS BILATERALES

A juicio del ministro italiano, para regular el fenónemo de la inmigración es necesario combinar las acciones de la agencia de protección de fronteras (FRONTEX) con la diplomacia bilateral. "Ciertamente la política militar común de FRONTEX debe ser siempre, antes que nada, reforzada", pero también es necesario "desarrollar la diplomacia", explicó, ya que "la política de represión no basta".

"Es necesario realizar, como se ha hecho con Albania, una serie de acuerdos bilaterales" para impedir que se repita "el espectáculo moralmente inaceptable" de un barco lleno de inmigrantes que no encuentra dónde atracar, declaró. "Esto funciona, funciona con Albania perfectamente, está funcionando con Túnez, funciona con Libia, y, por tanto, creo en una acción amplia a base de FRONTEX y de acuerdos bilaterales", manifestó.

El acuerdo para la acogida de los 140 inmigrantes fue alcanzado tras la intervención del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, quien conversó directamente con el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y con su colega maltés, Lawrence Gonzi.

El buque 'Pinar' había pasado cuatro días en aguas internacionales afectadas por el temporal al suroeste de la isla italiana de Lampedusa ante el rechazo de Malta a recibir a los náufragos, recogidos por este navío cuando se encontraban en dos frágiles embarcaciones.

Previamente, en su intervención inicial en la jornada de debate organizada por FAES para analizar los retos a los que se enfrenta Europa ante la actual crisis económica, Ronchi reconoció que no le gusta "esta Europa" porque, en su opinión, ha fracasado al comenzar su construcción centrándose sólo en la economía "sin identificar primero los valores de identidad" comunes entre sus Estados miembros.

En opinión del italiano, Europa es hoy un "gigante inmóvil de arcilla", afectado por la "euroburocracia" y que "no representa ya el sentir de los ciudadanos europeos".