PARÍS, 15 May. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Especial de lo Criminal de París condenó ayer al ex jefe del aparato militar de ETA, Ibon Fernández Iradi, alias 'Susper', a quince años de prisión con la prohibición de regresar a territorio francés por un delito de receptación de fondos, pero le exculpa del delito de extorsión a través del impuesto revolucionario. 'Susper' fue ya condenado el pasado 13 de febrero a 30 años de cárcel por disparar contra un gendarme en el sureste de Francia en noviembre de 2001.
El resto de los miembros de la banda terrorista que se sentaron en el banquillo junto a 'Susper', quien actualmente cumple pena en prisión, han sido condenados a penas que oscilan entre los doce y cinco años de cárcel, y a todos ellos se les prohíbe regresar a territorio francés. En el caso de Lorena Chamizo, los miembros del tribunal han decidido condenarla a doce años de prisión, mientras que Mikel Otegui y Aloña Muñoz deberán cumplir una sentencia de ocho años de cárcel.
En los dos casos la pena se confundirá con las condenas que ya pesan sobre ambos. Así, Otegui ha sido condenado en dos ocasiones en Francia, enfrentándose a cinco y siete años de cárcel por sentencias dictadas en 2003 y 2005, respectivamente. Por lo que se refiere a Muñoz, ya había sido condenada en junio de 2005 por un tribunal francés a seis años de prisión. Finalmente, Beltzane Obanos ha sido condenada a cinco años sin posibilidad de anular la condena, tal y como había sugerido la Fiscalía.
El tribunal presidido por el magistrado Francis Debans rebaja así las peticiones de condena de la Fiscalía, que solicitó 20 años de cárcel para 'Super' por un delito de extorsión de fondos a empresarios vascos a través del impuesto revolucionario y otros cargos.
Asimismo, solicitó 15 años para Lorena Somoza, 'mano derecha' de 'Susper' cuando ambos fueron detenidos en diciembre de 2002 en la localidad francesa de Tarbes; y diez años para Mikel Otegui y Aloña Muñoa, miembros del aparato de reserva detenidos en febrero de 2003 en la localidad vasco-francesa de Irouleguy.
La defensa de los acusados tiene ahora un plazo de diez días para apelar la sentencia. Al término de la lectura de la misma, un grupo de simpatizantes de los acusados prorrumpió en aplausos y cantó el Eusko Gudariak y lanzó vivas a ETA.
