Kerry llega a Sudán del Sur para pedir el cese de ataques contra civiles

Actualizado: viernes, 2 mayo 2014 12:36

JUBA, 2 May. (Reuters/EP) -

   El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, se encuentra ya en Juba, la capital de Sudán del Sur, para solicitar en persona al presidente, Salva Kiir, que haga lo posible para impedir un genocidio en el país africano.

   "El secretario Kerry reiterará a todas las partes enfrentadas la necesidad de que respeten el acuerdo para el cese de hostilidades de manera inmediata y presten total cooperación a Naciones Unidas y las organizaciones humanitarias", hizo saber su portavoz, Jen Psaki.

   En declaraciones previas al viaje, Kerry advirtió del peligro de que se produzca un genocidio en Sudán del Sur en medio de "una espiral sectaria y étnica" en los enfrentamientos en el país.

   "Tenemos graves problemas para intentar movilizar una fuerza internacional suficiente de la Unión Africana, principalmente, (...) para ir e intentar que la gente no caiga en esta peligrosa espiral sectaria y étnica, en la que miles, sino millones de personas están pagando un precio", ha dicho.

   En unas palabras pronunciadas durante su visita diplomática a Etiopía, Kerry ha destacado el papel del país a la hora de entregar tropas para las misiones de la UA en el continente, así como su papel "fundamental" en dichos despliegues militares.

   Respecto a la situación en Etiopía, el secretario de Estado ha apelado por una mayor "inclusividad política y libertad". "Expreso un asunto legítimo al decir que estamos preocupados por cualquier periodista encerrado aquí o en cualquier otro lugar", ha dicho.

   La ONU ha contabilizado miles de muertos y más de medio millón de desplazados por el conflicto, iniciado a mediados de diciembre cuando se sublevaron los seguidores del exvicepresidente Riek Machar, de etnia nuer, muchos de ellos integrados en el Ejército. El presidente Kiir, de etnia dinka, considera que Machar y sus aliados intentaban dar un golpe de Estado.

   Los episodios de violencia en el conflicto étnico son cada vez más frecuentes. El último se produjo la semana pasada cuando los rebeldes mataron a hombres, mujeres y niños que se encontraban refugiados en una mezquita, una iglesia y un hospital en la localidad de Bentiu donde la ONU tiene una base. Los rebeldes, por su parte, niegan la autoría del ataque, que ha despertado la indignación internacional.

   La violencia se ha extendido a lo largo del país, a menudo en zonas limítrofes entre territorios de distintas etnias. Los rebeldes han pedido en varias ocasiones la retirada de las tropas ugandesas, a las que acusan de impedir su avance en la capital.

   Más de un millón de personas han abandonado sus hogares desde que estalló la violencia en el país más joven del mundo. En Bentiu, las excavadoras entierran a los cadáveres en fosas comunes. El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, ha descrito la violencia como "abominable" y ha dicho que tanto Kiir como Machar deben tener claro que los ataques a los civiles son inaceptables.

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