MADRID, 20 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, ha advertido este lunes de que su país podría hacer frente "a una de las peores hambrunas de la historia" si el conflicto no llega a su fin, al tiempo que ha acusado a su exvicepresidente y actual líder rebelde, Riek Machar, de azuzar las tensiones étnicas y violar el alto el fuego.
En una entrevista concedida a la cadena de televisión británica BBC, el mandatario sursudanés ha resaltado que la creciente hambruna y situación de crisis humanitaria es culpa de los rebeldes, y ha negado la responsabilidad del Gobierno en la misma.
"Se trata de un desastre provocado por el ser humano y por ello queremos que la guerra termine, para permitir el acceso de ayuda humanitaria al país. Si Machar entendiera que la población va a hacer frente a una de las peores hambrunas, sería hora de dar el paso", ha sostenido.
Kiir anunció la semana pasada un aplazamiento de las elecciones presidenciales previstas inicialmente para 2015 y que tendrán lugar en 2017 o 2018 para facilitar el proceso de reconciliación nacional tras la sublevación liderada por Machar.
La violencia estalló en diciembre de 2013 con la sublevación de los seguidores de Machar, muchos de ellos militares de etnia nuer como el propio Machar. Kiir pertenece a la etnia dinka, mayoritaria en el país.
Este conflicto ha llevado a Sudán del Sur, que declaró su independencia en 2011, al borde de la guerra civil. Desde la ONU han denunciado que durante la violencia se ha atacado premeditadamente a civiles por su etnia y ha pedido una investigación sobre posibles crímenes contra la Humanidad como asesinatos extrajudiciales, desapariciones, violaciones y detenciones arbitrarias.
Este mismo lunes, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha alertado de que cientos de miles de niños de Sudán del Sur se enfrentan al inminente riesgo de muerte y de contraer enfermedades como el cólera, sobre todo en los estados de Alto Nilo, Unidad y Jonglei, donde esta amenaza se cierne sobre el 80 por ciento de los menores de cinco años.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha señalado que a finales de año la mitad de los doce millones de habitantes de Sudán del Sur habrán huido del país, estarán desnutridos o habrán muerto.
Ban ha advertido de que al menos la mitad de los afectados por estos problemas serán niños y ha recordado que las mujeres y los menores componen el grueso de los refugiados en países vecinos. Además, ha destacado que los niños se han convertido en las víctimas inocentes de una emergencia que cada vez tiene "más rostro de niño".
"El sueño de un Sudán del Sur seguro y pacífico se está convirtiendo en una pesadilla para sus niños", ha declarado la directora ejecutiva adjunta de UNICEF, Yoka Brandt.
"En este momento, los niños de Sudán del Sur necesitan asistencia humanitaria; necesitan que sus líderes protejan sus vidas, sus derechos y su futuro; y necesitan que el mundo les escuche y exija actuar en su nombre", ha añadido Brandt.
Unos 50.000 niños podrían perder la vida a causa de la desnutrición y 740.000 menores de cinco años están en alto riesgo de sufrir inseguridad alimentaria. Muchos ya han comenzado a alimentarse de plantas silvestres para sobrevivir.
Además, medio millón de niños ha huido del país y más de 9.000 han sido reclutados por grupos armados de los dos bandos implicados en el conflicto. UNICEF también ha denunciado que las mujeres y niñas son agredidas sexualmente cada vez con mayor frecuencia y ha destacado que son objetivo de la violencia de género
BROTE DE CÓLERA EN YUBA
Por su parte, el Ministerio de Salud de Sudán del Sur ha confirmado un brote de cólera en Yuba, lo que ha provocado que a pesar de que 80.000 personas hayan sido vacunadas, se duplique cada día el número de afectados por la enfermedad. UNICEF ha informado de que ha creado un centro de tratamiento contra el cólera y de que está instalando carpas para atender a los pacientes, además de distribuir material de higiene, agua potable y rehidratación oral.
La organización ha hecho un llamamiento para que se garantice el acceso seguro y sin obstáculos de la ayuda humanitaria y para que se respete el compromiso de detener la violencia contra los niños, la violencia sexual y de género y el reclutamiento de niños.
Además, ha destacado que necesitan 111 millones de dólares (81 millones de euros) para responder a las necesidades de los niños y mujeres afectados por la crisis, alegando que no podrán continuar con los programas humanitarios sin una financiación adecuada. Las necesidades de financiación han aumentado debido a la deteriorada situación que vive el país africano, según ha destacado UNICEF.
