RAMALA/BEIRUT, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente palestino, Mahmud Abbas, reconoció hoy durante un discurso a los palestinos para conmemorar el 40 aniversario de la Guerra de los Seis Días de 1967 que está trabajando en la actualidad "para que las decisiones bélicas y relativas a un alto el fuego no recaigan en manos de individuos ni grupos pequeños", explicó en alusión a los enfrentamientos desatados en dos campos de refugiados palestinos en Líbano.
Abbas, como refugiado palestino él mismo originario de Safad --hoy territorio del norte de Israel-- advirtió de que "cualquier persona que no esté gestionando su causa de una forma buena se perderá a sí mismo y a su causa", informa la agencia de noticias palestina Ma'an.
"Estamos preocupados por las vidas de nuestra gente en Líbano y (también) estamos seguros de que el Gobierno libanés está preocupado por sus vidas y sus intereses", subrayó el mandatario palestino desde la localidad cisjordana de Ramala, quien insistió en que las autoridades palestinas están "siguiendo lo que está pasando en Líbano, donde unos extremistas están distorsionando y dañando a la causa palestina empleando campamentos (de refugiados) para atacar al Ejército libanés y amenazar las vidas de palestinos".
El Ejército libanés volvió a bombardear hoy por quinto día consecutivo las posiciones de los milicianos del grupo islamista Al Fatá al Islam en el campo de refugiados palestinos de Nahr el Bared, ya que, a pesar de que siete milicianos se entregaron hoy a Al Fatá, según confirmó su comandante, Jaled Aref, continúa la campaña ofensiva de la milicia contra las tropas gubernamentales.
Por su parte, Abbas dejó muy claro que Al Fatá al Islam --grupo escindido de Al Fatá Intifada, con sede en Damasco-- no tiene nada que ver con su partido, Al Fatá, y acusó a los milicianos de "abusar de los campos" al ejecutar ataques contra el Ejército libanés "poniendo en peligro la vida de palestinos". Varios miles permanecen todavía en el campo, aunque las organizaciones humanitarias estiman que más de 25.000 de los 33.000 refugiados que habitaban el campamento han huido, la mayoría al vecino de Beddawi. Desde el campo de refugiados de Ein el Hilue, Aref confirmó a AP que Al Fatá está intentado convencer a los residentes palestinos en el campamento de Nahr el Bared que previamente se aliaron con los milicianos de abandonar su lucha por la demolición, alegó, que están suponiendo los enfrentamientos para el campamento en sí.
El Ejército incrementó su ofensiva después de que Al Fatá al Islam rechazara acatar las demandas del Gobierno de Fuad Siniora de entregarse y prometiera luchar hasta la muerte. Se calcula que más de cien personas han muerto desde que comenzaron los enfrentamientos el 20 de mayo, en la peor ola de violencia interna en Líbano desde que terminó la guerra civil.
NUEVOS TIROTEOS
Durante toda la mañana pudieron sentirse tiroteos y explosiones esporádicas en el campamento, mientras los soldados libaneses atacaban con artillería las posiciones de los milicianos en su interior. Los nuevos enfrentamientos, tras los primeros iniciados el pasado 20 de mayo, comenzaron el viernes pasado, cuando el Ejército lanzó una ofensiva para sacar a los milicianos de sus posiciones.
Fuentes de seguridad libanesas confirmaron a AP que el Ejército ha dividido de forma estratégica Nahr el Bared en tres zonas, la que tienen bajo control, otra ocupada por los milicianos de Al Fatá al Islam y una cercera controlada por los civiles palestinos y las milicias de Al Fatá y otras facciones palestinas que rechazan la presencia de los milicianos.
La secretaria de Estado adjunta estadounidense para Organizaciones Internacionales, Kristen Silverberg, aseguró tras entrevistarse con Siniora que los libaneses "pueden sentirse muy orgullosos de la valentía y determinación" del Ejército libanés.
Por su parte, el embajador estadounidense, Jeffrey Feltman, anunció poco después que Estados Unidos concederá 3.5 millones de dólares (2.6 millones de euros) para ayudar a los refugiados palestinos de Nahr el Bared, según explicó Siniora en un comunicado tras solicitar éste la ayuda de donantes.
Entretanto, el campo de refugiados de Ein el Hilue, el mayor del país y donde se habían producido enfrentamientos ayer entre tropas libanesas y milicianos de Jund al Sham que dejaron dos soldados y un miliciano muertos, está hoy tranquilo. Se espera que la fuerza de seguridad creada por las facciones islámicas palestinas para evitar nuevos enfrentamientos entre Jund al Sham y el Ejército se despliegue hoy en el campamento.
