La presidencia finlandesa convoca a los ministros de Exteriores a una reunión en Bruselas el viernes, con asistencia de Kofi Annan
BRUSELAS, 22 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los embajadores de los Veinticinco ante el Comité Político y de Seguridad de la UE (COPS) se reunirán mañana para analizar las posibles contribuciones de los países europeos a la fuerza internacional que la ONU desplegará en el sur de Líbano como apoyo al Ejército libanés y garantía de alto el fuego entre Israel y la guerrilla libanesa Hezbolá.
Esta reunión había sido convocada a iniciativa española ante los llamamientos del pasado fin de semana del secretario general de la ONU, Kofi Annan, a los países europeos para que aporten tropas. La nueva misión deberá "reforzar" la actual Fuerza Interina de la ONU en Líbano (FINUL), que cuenta con 2.000 efectivos, elevándola hasta 15.000; y Annan quería desplegar los primeros 2.500 en un plazo de sólo unos días.
Sin embargo, es previsible que el encuentro de mañana, a la que acudirán también representantes de los Ministerios de Defensa, sirva sobre todo para preparar el terreno a la reunión ministerial que la presidencia finlandesa ha convocado para el próximo viernes. La cita será en Bruselas y a ella acudirán los ministros de Exteriores de la UE y el propio Annan.
Esta nueva cita fue una petición del Gobierno italiano, que se ha mostrado dispuesto a liderar la nueva fuerza y a enviar el mayor contingente europeo, entre 2.000 y 3.000 soldados.
No obstante, el jefe del Gobierno italiano, Romano Prodi, dejó claro hoy que Italia sólo liderará la fuerza si hay una petición clara de la comunidad internacional, y su ministro de Asuntos Exteriores, Massimo D'Alema, advirtió de que Italia no enviará tropas si Israel no cesa en sus ataques esporádicos. "Es justo esperar que Hezbolá depondrá las armas, pero no podremos mandar nuestras tropas a Líbano si el Ejército (hebreo) continúa disparando", insistió.
Francia también se había mostrado dispuesta a liderar la fuerza internacional, pero provocó malestar en el seno de la ONU al anunciar que sólo enviaría 200 soldados más a FINUL, que se sumarían a los 200 que ya tiene allí.
Las reuniones de esta semana tratan de agilizar los compromisos europeos, ya que los gobiernos del continente han mostrado su disposición a enviar tropas, pero sin compromisos firmes, argumentando, principalmente, que aún no está claro cuál será el mandato de la nueva fuerza ni sus Reglas de Enfrentamiento (ROE).
Italia, por ejemplo, ya ha dejado claro que sus tropas no participarán en tareas de desarme de Hezbolá, aunque la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, ha dicho también que esa no es una tarea de la fuerza multinacional.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que ya había anunciado su intención de enviar tropas, recibió el pasado sábado una llamada del secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, para pedirle que España envíe soldados al Líbano con el fin de garantizar la paz en el país. La aportación española será un batallón, entre 700 y 800 soldados.
En Naciones Unidas, el embajador de Estados Unidos, John Bolton, confió en que la reunión de mañana permita avanzar en el diseño de la nueva fuerza de interposición en Líbano.
Las aportaciones de los países están aún por dilucidar. El ministro de Defensa de Alemania, Franz Josef Jung, ofreció enviar enviar una misión naval de apoyo para la vigilancia de la costa libanesa, pero no tropas de tierra. El portavoz del Gobierno, Thomas Steg, afirmó la semana pasada que "nadie en Alemania podía imaginarse que Berlín permita una situación en la cual los soldados alemanes podrían verse enfrentados a soldados de Israel o a su población"
También han manifestado su deseo de colaborar otros países europeos como Luxemburgo, Bélgica o Reino Unido, aunque fuentes del Consejo de la UE indicaron que Londres ya advirtió de que "sería difícil contribuir con tropas de tierra, pero quizá sí con apoyo aéreo y marítimo". Tampoco Grecia ofrecerá tropas de tierra
Las reticencias y necesidad de concreción de la misión de las fuerza internacional en Líbano pesó más en otros Estados miembros, como Austria, cuya ministra de Exteriores, Ursula Plassnik, declaró hace unos días a un diario austriaco que este país no enviará tropas al sur de Líbano, aunque apuntó que Austria podría encargarse de alguna "función especial" en la zona, pero siempre que antes haya claridad sobre el mandato de las tropas de la ONU.
