LONDRES, 2 Ago. (EUROPA PRESS) -
El jefe del Estado Mayor británico, el general Mike Jackson, duda de un hipotético despliegue de tropas terrestres de Reino Unido junto a cualquier fuerza internacional que se desplace para la pacificación de Oriente Próximo. No obstante, sugirió que sería más fácil suministrar recursos por vía aérea o marítima.
Jackson apuntó que el éxito de cualquier fuerza internacional está supeditado a un acuerdo entre todas las partes implicadas. "Sin la aprobación de los países afectados, es decir Israel y Líbano con Hezbolá, sería muy difícil poner en práctica la propuesta", recalcó el general, además de explicar que "actualmente, se entraría en Líbano sin el permiso de las autoridades libanesas o sin la aceptación de Hezbolá".
Acerca de la participación británica en la región, Jackson subrayó que "si consideramos nuestros compromisos en otros lugares --Afganistán e Irak--, sería sensible para el Reino Unido ofrecer un contingente, así que soy bastante escéptico en este punto".
"Pienso que no debería existir ninguna suposición acerca de una participación británica sobre tierra", remarcó en declaraciones a la 'BBC'. Lo justificó constatando que "a día de hoy, el 20 por ciento del Ejército británico está desplegado, hecho que dificulta más actuaciones". "Sin embargo, para una acción marítima o aérea no existen estas objeciones", concluyó.
REFUERZOS EN AFGANISTÁN
Por otra parte, el jefe del Ejército británico en Afganistán ha aseverado que sus tropas allí apostadas recibirán refuerzos en cuanto los comandantes lo soliciten. Cerca de 4.000 tropas británicas se encuentran en la actualidad en este país, la mayoría de ellas en la provincia de Helmand.
Estas valoraciones vienen tras la muerte ayer de tres soldados de Reino Unido en Afganistán, tras una emboscada de militantes talibán, y otro en Irak. El número de bajas británicas este año en combate asciende a nueve.
