NUEVA YORK, 3 Ago. (EP/AP) -
La misión francesa ante la ONU ha presentado un proyecto revisado de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para reclamar un alto el fuego inmediato de las hostilidades entre Israel y la milicia chií libanesa de Hezbolá, y en el que detalla más las condiciones para una solución duradera de la crisis, en un intento de acercar posiciones con Estados Unidos.
Sin embargo, el embajador francés, Jean-Marc de La Sabliere, afirmó ante los periodistas que no es tan optimista como lo era ayer sobre la posibilidad de que se adopte una resolución en los próximos días. "Creo que estamos haciendo progresos, diría que progresos reales", dijo sin embargo.
De la Sabliere continuará hoy las negociaciones con su homólogo estadounidense, John Bolton. El nuevo borrador fue enviado a los quince miembros del Consejo de Seguridad anoche.
Según el subsecretario general de la ONU, Mark Malloch Brown, franceses y estadounidenses están trabajando en una solución con dos pasos. Con este esquema, habría una primera resolución centrada en detener los combates y sentar los principios políticos para un alto el fuego. Después, una segunda resolución trataría la creación de la fuerza internacional de paz, la seguridad en la frontera y otros asuntos de largo plazo, según dijo en una entrevista al programa 'The Newshour' de la cadena estadounidense PBS.
El nuevo proyecto --el inicial se presentó el pasado sábado-- insiste en pedir "un cese inmediato de las hostilidades" y en expresar "máxima preocupación por la continua escalada de hostilidades en Líbano y en Israel".
Además, reitera "la necesidad de crear las condiciones para un alto el fuego permanente y una solución duradera a la actual crisis entre Israel y Líbano", y expone más detalladamente estas condiciones.
En concreto, reclama un respeto estricto de la soberanía y la integridad territorial de Israel y de Líbano, así como de la frontera trazada entre ambos países por la ONU, conocida como 'Línea Azul'. El borrador exige además la liberación de los dos soldados israelíes cuyo secuestro a manos de Hezbolá desencadenó los enfrentamientos y pleno cumplimiento de los acuerdos entre los dos países y las resoluciones de la ONU. Esto incluye el desarme de todas las milicias exigido en la resolución 1559 y dirigido a Hezbolá, la extensión efectiva del poder del Gobierno central a todo el territorio nacional y el despliegue de su Ejército en el sur del país, donde ahora está Hezbolá.
Prevé, además, establecer las fronteras internacionales de Líbano, incluyendo la zona de las granjas de Chebaa, ocupado por Israel en 1967 y reclamada por Líbano, pero que la ONU considera territorio sirio.
Por otro lado, propone medidas de seguridad para impedir la reanudación de las hostilidades, especialmente una zona de seguridad entre la Línea Azul y el Río Litani --la franja que Israel ocupó en 1982--, donde sólo podría haber tropas libanesas y de la ONU.
Otras exigencias son resolver "el asunto de los prisioneros libaneses detenidos en Israel" y que Israel entregue a la ONU los mapas de campos minados en Líbano que tenga en su poder. Asimismo, llama al secretario general de la ONU, Kofi Annan, a proseguir los esfuerzos con actores clave de la región y de la comunidad internacional para lograr que los Gobiernos de Israel y Líbano lleguen a un acuerdo político de alto el fuego.
Desde que comenzaron los combates el pasado 12 de julio el Consejo de Seguridad de la ONU no ha logrado tomar ninguna decisión. Estados Unidos, el más fiel aliado de Israel, se niega a exigir un alto el fuego mientras no haya una fuerza internacional de paz, mientras que Francia --al igual que otros países europeos como España-- defienden que para poder enviar tropas hace falta un alto el fuego previo.
