JERUSALÉN, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
El jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Dan Halutz, encargó hoy al general Gershon Hacohen una investigación sobre la utilización de bombas de racimo en zonas de población civil de Líbano, práctica expresamente prohibida por él.
Halutz aseguró hoy que su prohibición de utilizar bombas de racimo contra núcleos de población civil fue "explícita", aunque reconoció que sí autorizó su uso de forma "limitada", según informa 'Haaretz'.
"No cabe duda de que uno de los aspectos que deben ser investigados es la forma en que las órdenes fueron transmitidas y puestas en práctica", afirmó Halutz. "¿Las órdenes eran explícitas? Yo creo que sí lo eran", recalcó.
Las bombas, que sumaron un total de cuatro millones de submuniciones, fueron lanzadas mediante cañones de artillería, a través del Sistema de Lanzamiento Múltiple de Misiles o directamente con aviones militares. Amnistía Internacional revela en un informe publicado hoy que al menos un millón de estas submuniciones permanecen aún sin detonar por todo el territorio libanés, un riesgo latente para la población civil.
Tras conocerse el uso extendido de esta munición, Halutz encargó una investigación de los hechos al general de brigada Mishel Ben Baruch. Halutz decidió iniciar una nueva investigación, esta vez a cargo de Hacohen para determinar por qué sus órdenes fueron desobedecidas por los mandos de campo.
Esta decisión no frenará la primera investigación, que pasa ahora a manos del fiscal jefe militar, Avichai Mendelblit, que podría ordenar la creación de un tribunal marcial.
Desde la entrada en vigor del alto el fuego, el 14 de agosto, al menos 22 civiles, muchos de ellos menores, han muerto y otras 134 personas han resultado heridas por la explosión de submuniciones de racimo.
