Líbano.- El Patriarca maronita Sfeir se reúne con Lahud por primera vez en un año para resolver la crisis política

Actualizado: viernes, 11 mayo 2007 23:29

BEIRUT, 11 May. (EP/AP) -

El Patriarca maronita en Líbano --máximo representante de la Iglesia católica maronita--, el cardenal Nasralá Butros Sfeir, se entrevistó hoy con el presidente del país, Emile Lahud, por primera vez en el último año, con el objeto de intentar dar una salida a la crisis política imperante en Líbano, dado que la división en el seno del Parlamento podría impedir el consenso en torno a la elección del candidato presidencial.

El Parlamento --que no se ha reunido en los últimos tres meses por la fuerte división entre los diputados afines al primer ministro, Fuad Siniora, y los seguidores de la milicia chií Hezbolá-- debe elegir al futuro sucesor del presidente, cuyo mandato expira el próximo 23 de noviembre.

Si el Parlamento fracasa al elegir un candidato para ocupar la jefatura del Estado libanés, aceptado por ambos bloques políticos, el vacío de poder podría llevar a una crisis mayor en Líbano e incluso a la creación de dos gobiernos paralelos, lo que podría inducir a un aumento de la violencia en el país, donde el año pasado murieron 11 personas en enfrentamientos callejeros durante manifestaciones convocadas por Hezbolá para pedir la dimisión de Siniora. La Constitución estipula, no obstante, que si no hay presidente electo será el primer ministro y su Gobierno los que asuman las funciones ejecutivas.

Ante tal posibilidad, el cardenal maronita se reunió con el mandatario para abordar la cuestión, especialmente interesado en la elección presidencial debido a que tradicionalmente es un cargo ocupado por un maronita, según la distribución de poderes acordada --oral, que no escrita--, ya que la jefatura del Gobierno la ostenta un suní y la presidencia del Parlamento, un chií.

Al término de su cita, Sfeir insistió en que espera que la cita electoral se celebre "a tiempo" y que "haya una persona que tome el poder", y aunque se negó a conjeturar ni sugerir candidaturas de su gusto subrayó que el futuro presidente debe ser "una persona con experiencia", que sirva al interés nacional y "de la misma talla para todas las personas". "Mi mensaje al pueblo es que permanezca tranquilo. Espero que las cosas ocurran a tiempo, de acuerdo con la Constitución", incidió tras una reunión con Lahud de hora y media de duración.

El mandato de Lahud, apoyado por Siria en 2004, meses antes de que el Ejército sirio evacuara de forma obligatoria Líbano tras el asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri, fue ampliado hasta noviembre de 2007, aunque tendrá muy difícil presentarse a una nueva legislatura, dado que el actual Parlamento está controlado por el bloque que lidera el hijo del fallecido Saad Hariri.

Mientras, Hezbolá ha prometido rechazar todo candidato que no consideren aceptable, a pesar de que en teoría el bloque parlamentario mayoritario podría aprobar el candidato por simple mayoría, aunque la oposición --encabezada por la milicia y el partido chií Amal-- insisten en la necesidad de contar con un quórum de dos tercios necesarios para dar luz verde al candidato o amenaza con boicotear la sesión.

Por su parte, el líder espiritual de la comunidad suní en Líbano, el gran muftí Sheik Mohammed Rashid Kabbani, prometió trabajar con los "líderes sabios para impedir que se caiga en la trampa de un segundo Gobierno" en la sombra, recordando a la población "la fase negra de conflictos y destrucción de Líbano cuando había dos Gobiernos".

En 1988 se formaron en Líbano dos Gobiernos, dividiendo al Ejército y a la Administración, algo que provocó enfrentamientos violentos entre las partes y obligaron a Siria a eliminar uno de los Gobiernos. Éste fue uno de los últimos capítulos que pusieron fin a la guerra civil en Líbano que se extendió entre 1975 y 1990.