BEIRUT, 25 Ago. (EP/AP) -
Siria interrumpió hoy el suministro eléctrico a Líbano alegando problemas técnicos, según informaron hoy responsables sirios y libaneses. El abastecimiento de electricidad estaba ya muy racionado debido a las hostilidades mantenidas durante más de un mes entre Israel y Hezbolá.
La agencia siria de producción y transporte de energía notificó a su equivalente libanés, Electricite du Liban, que "ya no garantiza el suministro" debido a problemas técnicos de su propia red de suministro.
Israel ha solicitado que la fuerza internacional despliegue soldados en la frontera entre Siria y Líbano para evitar el rearme de Hezbolá. Siria rechazó vehementemente esta posibilidad, la calificó de medida "hostil" y amenazó con cerrar la frontera, única vía de acceso a Líbano debido al bloqueo marítimo y terrestre que sufre el país.
El secretario general de la ONU, Kofi Anan, confirmó hoy que no habrá despliegue en la frontera de Siria porque esta posibilidad no está reflejada en la resolución 1701 del Consejo de Seguridad que establecía el alto el fuego.
El corte eléctrico podría ser una medida de presión de Damasco para que Líbano rechace esta reivindicación Israelí. Electricite du Liban, afirmó en un comunicado que el corte de electricidad sirio ha provocado una agudización de racionamiento en Líbano. El texto explica que la central eléctrica de Jiyeh, al sur de Beirut, no funciona desde los primeros días de la guerra a causa de los bombardeos de la aviación israelí. Los contínuos ataques también impidieron realizar el trabajo rutinario de mantenimiento de la red eléctrica, según la compañía.
"Estos cortes coinciden con los producidos en Siria, provocados por la situación de la red eléctrica siria que provee a Líbano", afirmó la compañía eléctrica, que espera que el suministro se restablezca proresivamente.
Según un acuerdo de 1995, Siria provee de electricidad a grandes zonas del norte y el este de Líbano. Después, las tropas sirias tuvieron que retirarse del país vecino a causa de las protestas internas y la presión internacional desencadenadas tras el asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri.
