Libia/R.Unido.- Reino Unido aprobó la inclusión de Al Megrahi en un acuerdo de prisioneros por motivos comerciales

Actualizado: domingo, 30 agosto 2009 11:53

El ministro de Justicia indica que es un "matiz académico" e insiste en que se liberó a Al Megrahi por cuestiones humanitarias.

'The Observer' desvela hoy la estrecha relación entre Londres y Trípoli sobre la presencia de la petrolera Shell en Libia

LONDRES, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno británico aprobó hace dos años la inclusión del único condenado por el atentado contra el vuelo 103 de la Pan Am sobre Lockerbie (Escocia) que se cobró la vida de 270 personas en 1988, Abdelbaset Alí Al Megrahi, en una lista para el traslado de varios prisioneros libios relacionada indirectamente con las negociaciones para desbloquear un importante contrato de explotación petrolera a cuenta de la compañía británica BP con las autoridades de Trípoli, según el diario británico 'The Times' en su edición dominical.

El titular de Justicia de Reino Unido, Jack Straw, ha respondido hoy a esta noticia precisando que Al Megrahi, enfermo terminal de cáncer de próstata, no fue puesto en libertad en virtud de este acuerdo, sino por motivos meramente humanitarios, por lo que esta información sólo tiene un carácter puramente "académico".

No obstante, en una carta con fecha de diciembre de 2007, enviada a su homólogo escocés, Kenny MacAskill, Straw reconoce explícitamente que "dadas las extensas negociaciones con Libia, que han alcanzado un punto crítico", y a la luz de los extraordinarios intereses de Reino Unido", decidió no atender a la petición de Edimburgo para impedir el traslado de Al Megrahi. "El traslado de prisioneros seguirá el estándar habitual y no se mencionará a individuo alguno", notificó el ministro británico de Justicia, quien aseguraba de todos "reconocer la importancia que concede Escocia a la exclusión" de Al Megrahi.

"Independientemente del derecho a veto que Londres pudiera ejercer, el Ejecutivo escocés quería imponer una excepción en el caso de Al Megrahi. Tal exclusión se apartaba de la fórmula habitual de los tratados sobre prisioneros, que fue finalmente la aprobada, y que concede la posibilidad de vetar cualquier tipo de solicitud", declaró Straw al diario puntualizando que, "por supuesto, se trata de una cuestión puramente académica ya que Al Megrahi no fue liberado bajo los términos de este tratado, sino por motivos humanitarios".

PRESENCIA DE SHELL

Por su parte, el diario 'The Observer' documenta hoy decenas de negociaciones comerciales durante los últimos cuatro años realizadas a tres bandas entre Londres, Trípoli, y la también petrolera Shell, a cuyas oficinas llegó a acudir el príncipe Carlos de Inglaterra en calidad de mediador, junto con "varios ministros de Gobierno y representantes del Foreign Office" entre los que se encontraba el ministro de Exteriores británico, David Miliband.

El 'Observer' precisa que el Gobierno británico actuó de parte para consolidar y desarrollar el acuerdo firmado entre Shell y las autoridades libias el 25 de marzo de 2004 por el que se construiría "una sociedad estratégica a largo plazo entre la petrolera y el Gobierno de Trípoli". La compañía petrolera no ha comentado al respecto.

El mencionado acuerdo, no obstante, fue gestionado directamente por el entonces primer ministro británico, Tony Blair, seguido de una serie de encuentros entre ejecutivos de la compañía con la entonces ministra de Estado en la Oficina de Exteriores y de la Commonwealth, baronesa Elizabeth Conway Symons. A lo largo de 2005, el acuerdo fue remachado por otro ministro de Estado, Douglas Alexander, y por el embajador británico en Libia, Anthony Layden, según el diario. En 2006, el príncipe Carlos abordó explícitamente este tema durante un encuentro en Trípoli al que asistió el representante de Shell, Zainul Rahim Mohn Zain.

Shell fue una de las primeras compañías petroleras que reanudó la negociación con Libia tras el final de las sanciones impuestas por Naciones Unidas después del compromiso de su líder, Muamar Gadafi, de cancelar todas sus actividades relacionadas con la financiación de grupos terroristas y la obtención de armas nucleares.

Para la ONG Platform, las declaraciones de Straw demuestran "el profundo y amplio respaldo en política exterior que el Gobierno británico ha proporcionado a los esfuerzos de Shell para entrar en Libia". "Mientras los ejecutivos tienen fácil acceso a los niveles más altos de Whitehall (el Gobierno británico), los partidarios de la democracia y los agentes sociales siguen esperando en la calle", declaró un miembro de la campaña, Mika Minio-Paluello.

"Una vez más, el Ministerio británico de Exteriores concede prioridad a las reservas de petróleo de las compañías privadas por encima de los Derechos Humanos, del medio ambiente o de la democracia", añadió el representante, quien anunció que solicitará al Gobierno datos adicionales sobre estas operaciones, amparado en la Ley de Libertad de Información.