Publicado: viernes, 12 enero 2018 17:31

ANKARA, 12 Ene. (Reuters/EP) -

Más de 1.800 empleados públicos de Turquía que habían sido cesados por su presunta implicación en el fallido golpe de Estado lanzado el 15 de julio de 2016 han sido reincorporados en sus puestos después de que las investigaciones hayan descartado sus vínculos con el clérigo Fetulá Gulen, al que el Gobierno acusa de la asonada militar.

Más de 150.000 funcionarios han sido destituidos y otras 50.000 personas, incluidos también trabajadores del sector público, han sido detenidos por sus supuestos nexos con FETO, como se refieren las autoridades turcas a la red de aliados de Gulen.

La Fiscalía anunció el año pasado que revisaría los casos de más de 11.000 personas detenidas por usar ByLock, una aplicación de mensajería instantánea que al parecer usan los 'gulenistas'. Los investigadores han determinado que muchos de los sospechosos lo usaron de forma no intencionada.

El Gobierno ha indicado en un decreto publicado este viernes en el boletín oficial que 1.823 funcionarios han sido devueltos a sus puestos, si bien no ha dado más detalles. La agencia de noticias oficial Anatolia ha señalado que los investigadores no han encontrado ningún vínculo con Gulen.

La oposición, organizaciones de defensa de los Derechos Humanos y los países occidentales han acusado al presidente, Recep Tayyip Erdogan, de aprovechar la intentona golpista para llevar a cabo una purga de los críticos con el Gobierno. Erdogan lo ha negado y asegura que el riesgo de que se produzca un golpe de Estado persiste.

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