NUEVA YORK, 24 Sep. (Reuters/EP) -
El enviado de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Lajdar Brahimi, ha afirmado este lunes que tiene "algunas ideas" para tratar de resolver el conflicto iniciado en marzo de 2011, aunque ha matizado que no cuenta con un plan global que permita poner fin a más de 18 meses de violencia constante.
Brahimi ha participado en su primera reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas desde que, el pasado 1 de septiembre, sustituyese como mediador al ghanés Kofi Annan. Durante sus primeras semanas en el cargo, el veterano diplomático argelino se ha visto en Damasco con el presidente sirio, Bashar al Assad, y ha visitado los campamentos de refugiados en Turquía y Jordania.
"No tengo un plan completo de momento, pero tengo algunas ideas", a declarado Brahimi durante una rueda de prensa posterior a su comparecencia en el Consejo, foro al que se ha comprometido a volver "cuanto antes" y con "más ideas" bajo el brazo.
El mediador ha advertido de que la situación en Siria es "extremadamente mala y está empeorando". El conflicto supone, ha alertado, "una amenaza para la región y para la paz y la seguridad de todo el mundo".
Brahimi ha abogado por resolver el actual "estancamiento" y, en este sentido, confía en lograr avances "en un futuro no muy distante", si bien no ha aclarado posibles nuevos pasos. El enviado de Naciones Unidas y la Liga Árabe sí ha advertido de que no basta con "reformas", sino que lo que hace falta es un "cambio" en Siria.
La ONU calcula que unas 20.000 personas han perdido la vida por culpa del conflicto entre el régimen de Al Assad y los rebeldes opositores. A esta cifra se añaden los más de 250.000 sirios que han huido del país y han cruzado las fronteras con Jordania, Turquía, Líbano e Irak.
El ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, cuyo país preside este mes el Consejo de Seguridad, ha recordado que la situación que atraviesa Siria es "grave". "Tenemos que hacer todo lo que podamos para terminar con la violencia y el asesinato de tanta gente inocente".
Los 15 países del Consejo han aprobado un comunicado en el que manifiestan su preocupación por el conflicto, pero aparentemente siguen sin ponerse de acuerdo para secundar una resolución firme. La capacidad de veto con la que cuentan Rusia y China, aliados del Gobierno de Al Assad, ha bloqueado cualquier avance.
Annan aludió precisamente a esta falta de progreso en el principal órgano de toma de decisiones de la ONU como argumento para su dimisión y su sucesor ha señalado este lunes que no pueden hacerse progresos sin el apoyo del Consejo de Seguridad. "Todos decís que me apoyáis por separado, ¿por qué no me apoyáis de forma colectiva? No debería ser muy difícil", declaró, según fuentes diplomáticas.
