BAGDAD, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
Al menos 45 personas murieron hoy en una serie de ataques suicidas en un concurrido hotel de Bagdad y otros lugares de Irak, según informaron las autoridades.
En uno de los atentados más letales, un atacante suicida se inmoló en el vestíbulo de un importante hotel de Bagdad matando a por lo menos 12 personas, entre ellas un jefe tribal aliado de las fuerzas extranjeras, dijo la policía.
Antes de este antentado, al menos 13 policías murieron en un ataque de suicidas contra un puesto de seguridad de las fuerzas estadounidenses e iraquíes en Beiji, a unos 250 kilómetros (155 millas) al norte de Bagdad, manifestó el comando militar de Estados Unidos. Otros nueve iraquíes fallecieron en el lugar en circunstancias poco claras. Además, cinco soldados norteamericanos sufrieron heridas leves en el ataque de Beiji, indicó el comando.
En otro incidente, el comando estadounidense aseguró que uno de sus soldados murió en un ataque en un lugar no determinado del sur de Bagdad o en sus alrededores.
El ataque en el Hotel Mansour, en la margen occidental del río Tigris, en el centro de Bagdad, tuvo lugar al mediodía en momentos en que el vestíbulo estaba repleto de periodistas que trabajan allí y otros huéspedes, dijeron testigos.
Un hombre que llevaba un cinturón con explosivos caminó hacia el vestíbulo, se aproximó a la recepción y detonó su bomba, indicó la Policía. Además de los 12 muertos, 21 personas resultaron heridas.
El hotel, de varios pisos y ubicado en el margen del río Tigris, es uno de los principales en Bagdad y alberga a la embajada de China y diversas organizaciones informativas. Varios parlamentarios iraquíes radican también en el Mansour.
La policía dijo que entre los muertos estaba Fassal al-Guood, un jeque de la tribu Ramadi y ex gobernador de la provincia de Anbar que fue el líder del Consejo de Salvación de Anbar, que participó con autoridades estadounidenses e iraquíes para combatir la influencia de Al-Qaida en la región.
Saif al-Rubaie, que tiene 28 años de edad y trabaja en el área de la recepción, dijo que todas las víctimas eran iraquíes, en su mayoría empleados de la recepción.
El ataque fue el quinto de una serie de atentados con explosivos, algunos suicidas, que fueron cometidos en las ciudades norteñas de Mosul y Beiji y en la localidad sureña de Hila. Dos estuvieron dirigidos a blancos de Estados Unidos, pero no se informó de bajas estadounidenses.
El atentado de Beiji sucedió en un puesto de seguridad custodiado por soldados estadounidenses y policías iraquíes. Además de los 13 policías que el comando estadounidense aseguró que murieron, fuentes de un hospital local dijeron que fallecieron nueve civiles y al menos 21 personas resultaron heridas.
En un primer momento la policía dijo que había explotado un camión cargado de explosivos, pero posteriormente los militares estadounidenses dijeron que dos coches-bomba detonaron a las 8.20 de la mañana. Posteriormente, un grupo de al menos 30 insurgentes atacó el sitio con armas de fuego y lanzagranadas, expresó el ejército.
La Policía iraquí y los soldados estadounidenses repelieron el ataque, indicó. No aclaró si entre los nueve civiles muertos habría insurgentes.
Más temprano, un atacante suicida detonó un coche-bomba en un retén cercano a la oficina de un gobernador en Hila, una ciudad con mayoría chií. En el atentado murieron al menos ocho personas y 31 resultaron heridas, informó la Policía.
