BERLÍN, 12 Jun. (Reuters/EP) -
La canciller de Alemania, Angela Merkel, ha hecho este frente este martes a una división dentro de su partido, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), después de que varios de sus principales miembros hayan optado por respaldar al ministro del Interior, Horst Seehofer, en materia migratoria.
La gestión de la canciller de la crisis migratoria, que ha visto la llegada de 1,6 millones de personas a Alemania desde 2014, ha alimentado el crecimiento del partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) y ha vuelto a la palestra en las últimas semanas.
Seehofer tenía previsto anunciar un plan sobre migración según el cual el país rechazará a cualquier solicitante de asilo que ya haya sido registrado en otro país de la Unión Europea (UE), si bien lo ha cancelado a última hora por diferencias con Merkel.
El ministro del Interior, antiguo líder de la Unión Social Cristiana (CSU), apuesta por un endurecimiento de la política migratoria, si bien la canciller se opone al plan para devolver a solicitantes de asilo que lleguen a las fronteras del país.
Merkel teme que la adopción de esta política lleve a otros países del continente a hacer lo mismo, en un momento en el que intenta convencer a otros líderes de la UE que pacten una política migratoria común en la cumbre que se celebrará este mes.
"Es importante lograr una solución sostenible, y por eso me gustaría discutir esto a nivel europeo", ha dicho durante una rueda de prensa junto a su homólogo austriaco, Sebastian Kurz.
Por su parte, el canciller austriaco ha reiterado su objetivo de fortalecer las fronteras exteriores de la UE durante la presidencia de turno del bloque que ocupará su país a partir del 1 de julio.
En este sentido, Kuzr se ha mostrado a favor de una solución europea al problema migratorio y ha anunciado que buscará fortalecer la agencia de protección de fronteras de la UE, Frontex, tla y como ha recogido la agencia alemania de noticias DPA.
La tensión entre la canciller y Seehofer viene de lejos. El ministro del Interior se convirtió en el principal crítico de la decisión de Merkel de adoptar una política de puertas abiertas ante la migración desde África y Oriente Próximo.
