Miedos y sueños de los niños sirios

Miedos y sueños de los niños sirios
ANAS ALKHARBOUTLI/DPA 
Actualizado: domingo, 24 marzo 2019 9:13

La mayoría de los niños refugiados tiene miedo a volver a Siria mientras no haya acabado la guerra

MADRID, 24 Mar. (Por Eloisa Molina, coordinadora de comunicación de World Vision) -

World Vision ha trabajado con los niños sirios desde que comenzó la guerra. Es vital trabajar con ellos y no solo para ellos. Consultarles sobre los temas que les afectan para poder ofrecerles una solución sostenible es el primer paso.

El objetivo último de este proceso es empoderar a niños y jóvenes, para que se conviertan en poderosos agentes de su propio cambio. Por eso, a principios de 2019, en World Vision realizamos discusiones de grupos focales con los niños refugiados sirios en Jordania y Líbano, con el fin de entender mejor sus miedos y sueños, dónde ellos se sentían seguros, y lo que creían que el mundo tenía que hacer por Siria.

De la misma forma, realizamos grupos focales similares con niños en países considerados relativamente seguros. Al hablar con los niños sirios y sus pares en países sin conflictos, se detectaron muchos aspectos comunes y una conmovedora cantidad de empatía. Todos los niños tienen miedos y sueños. Pero como uno podría esperar, el contraste más sorprendente radica en que los niños de Siria viven con un miedo casi constante a la violencia y han sido empujados a la edad adulta demasiado rápido.

A pesar de que muchos viven como refugiados en países relativamente seguros, sus temores aún se centran en el conflicto y la posibilidad de perder miembros de su familia.

EL MIEDO A LA GUERRA EN SIRIA

Habiba y sus hermanos huyeron de Siria a Líbano hace varios años, y desde entonces viven en un asentamiento informal en el valle de Bekaa. Al igual que muchos de los otros niños refugiados sirios con los que hablamos, ella tiene miedo de la posibilidad de regresar a Siria o de que algo le suceda a su familia. Concretamente el 19 por ciento de los niños sirios nos dijeron que temen perder a sus familiares, siempre en referencia al conflicto.

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"Tengo miedo de volver a Siria, porque ¿qué pasaría si una bomba cayera sobre nosotros? ¿Qué pasa si mis hermanos menores, Hammoudi por ejemplo, fuera a algún lugar para jugar mientras no estoy vigilándolo y una bomba lo alcanzara? Dios no lo quiera", nos cuenta Habiba, que aunque solo tiene 10 años, cuida a sus hermanos e intenta que estén seguros en el asentamiento informal en el que viven.

"Sueño con ser maestra. Me gustaría enseñar árabe y matemáticas. Nunca les gritaré a mis alumnos. Les ayudaré a sentirse seguros conmigo y les explicaré que los quiero y que quiero que se conviertan en maestros y doctores", añade.

LA SITUACIÓN DE LOS NIÑOS REFUGIADOS

Para muchos niños sirios, el conflicto en este momento ha durado más tiempo que el tiempo que ellos llevan vivos. Para los que logran huir de la violencia, la seguridad no está garantizada más allá de las fronteras de Siria. En los países receptores, los niños son forzados a cambiar su infancia por empleos para pagar gastos básicos de manutención del hogar. Las niñas jóvenes se casan temprano porque sus familias no pueden mantenerlas y temen porque no estén a salvo.

Jamil tiene 15 años y no duda en afirmar que su "mayor temor es regresar a Siria". Él es uno de los casi 700.000 sirios que han buscado refugio en Jordania. Al igual que muchas familias sirias, vive en un campo de refugiados en el que lucha por sobrevivir.

Más del 70 por ciento de las familias de refugiados en Jordania y Líbano viven por debajo del umbral de pobreza. Por ello muchos niños sirios se ven obligados a cambiar su infancia por empleos para ayudar a pagar los gastos básicos del día a día, y ven imposible la opción de ir a la escuela.

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Jamil está centrado en terminar su educación y sueña con convertirse en médico algún día. Sin embargo, todavía está obsesionado por los recuerdos de la Siria devastada por la guerra que dejó atrás. Como él, el 42 por ciento de los niños sirios con los que hablamos temen la guerra y la violencia. Muchos de sus otros temores, como la oscuridad o los sonidos de los aviones que vuelan por encima, también están vinculados a la guerra.

Después de haber vivido el conflicto, los niños sirios tienen una ansiedad comprensible ante la idea de regresar a casa, ya sea en un futuro cercano o lejano. "Mi mayor temor es regresar a Siria mientras la guerra sigue activa. Espero que Siria se convierta en el mismo lugar que solía ser", nos cuenta Jamil.

Los niños son conscientes de lo que ocurre en su entorno, oyen conversaciones en las que sus familias hablan sobre regresar a sus hogares ante la falta de oportunidades y muchos temen lo que podría sucederles si esta posibilidad se convierte algún día en una realidad. Ocho años de violencia han dejado su huella en los niños de Siria. Ellos continúan pagando el precio de esta brutal guerra de adultos, incluso con sus vidas.

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