ARGEL, 21 Feb. (DPA/EP) -
Miles de argelinos han salido este viernes a las calles para celebrar el primer aniversario del inicio de las protestas prodemocráticas que desembocaron en la salida del poder del presidente Abdelaziz Buteflika tras dos décadas al frente del país.
Las protestas comenzaron el 22 de febrero de 2019 y consiguieron su objetivo solo dos meses después: en abril, el Ejército argelino retiró su apoyo a Buteflika y el mandatario abandonó el cargo.
Desde ahí los manifestantes quisieron dar un paso más y reivindicar la regeneración entera del sistema político. Es por ello que las protestas han continuado hasta ahora, y se han insertado en las celebraciones de este viernes.
De hecho, en las celebraciones de Argel, la capital, algunos de los manifestantes han vuelto a exigir una reforma radical del sistema político. También se tiene constancia de protestas paralelas en las provincias de Bejaia y Tizi Uzu.
El actual presidente del país, Abdelmayid Tebune, ha pedido calma a la población y avisado a los manifestantes de que cualquier intento de causar violencia será respondido por la Policía en los mismos términos.
El nuevo mandatario tendió la mano a los manifestantes para iniciar un diálogo "serio" y puso entre sus prioridades acometer una "profunda reforma" de la Constitución del país durante su primer discurso tras imponerse en los comicios.
La victoria de Tebune fue rechazada por los manifestantes, que han continuado las movilizaciones, si bien el llamamiento al diálogo del mandatario ha provocado algunas divisiones entre ellos, dado que algunos están abiertos a esta vía para poner fin a la crisis política.
