Los milicianos palestinos reducen con sus cohetes las probabilidades de pactar una tregua con Israel


JERUSALÉN, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un cohete disparado desde la Franja de Gaza alcanzó hoy el sur de la ciudad israelí de Ashkelon, reduciéndose así las probabilidades de que finalmente israelíes y palestinos pacten una tregua, a pesar de los rumores que apuntaban a ello y de la mayor inclinación que han mostrado los dirigentes políticos hacia esta posibilidad.

Desde el fin de la ofensiva israelí que terminó hace una semana y causó la muerte de 120 personas en Gaza --la mitad de ellas civiles--, los milicianos palestinos redujeron considerablemente el lanzamiento de cohetes, aunque la calma se vio enturbiada el pasado jueves por la muerte de ocho estudiantes en una escuela religiosa judía en Jerusalén a manos de un palestino armado. Hamás, por su parte, no ataca a Israel desde hace siete días.

El brazo militar del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), las Brigadas de Abu Ali Mustafa, asumió la responsabilidad del ataque, pero Israel responsabilizó del mismo a Hamás. "Hamás controla Gaza y son responsables de cada misil disparado desde Gaza hacia Israel. No nos hacemos ilusiones respecto a la agenda extremista y de odio de Hamás", afirmó el portavoz del Gobierno israelí, Mark Regev, citado por el diario israelí 'Haaretz'.

Las Brigadas precisaron que habían disparado dos proyectiles caseros contra el asentamiento judío de Zikim, situado en el desierto del Negev. También aseguraron que pretendían golpear el puesto militar de Nahal Oz con proyectiles de mortero. A su juicio, sus acciones se justifican por el derecho natural que tienen a responder a los crímenes que comete Israel.

OLMERT SE LO TEMÍA

El cohete lanzado hoy, que no provocó daños ni heridos, cayó horas después de que el primer ministro israelí, Ehud Olmert, visitara la ciudad de Ashkelon y subrayara que no había manera de garantizar que no caerían nuevos cohetes, como finalmente ha ocurrido. De momento, Israel no ha adelantado si responderá al reciente ataque de los milicianos con una operación militar.

En este sentido, Olmert advirtió de que los ataques con cohetes han sido "la realidad de Israel durante los últimos 60 años", por lo que no se puede considerar "una cuestión de antaño".

Según la agencia Israel News, el primer ministro recalcó a los miembros del Centro Médico Barzilai que "no hay forma de evitar que se repitan estos ataques", una situación que "exige moderación y fortaleza".

No obstante, dijo que la situación de los habitantes de Ashkelon no se puede comparar con la de los vecinos de Sderot o de otras localidades israelíes "que han soportado el disparo de cohetes durante años". Los responsables del hospital de Ashkelon transmitieron a Olmert sus quejas por el hecho de que el centro aún no haya sido fortificado.

"El (cohete) Grad es más pesado que el Qassam, y no podemos evitar que estas cosas (los ataques con cohete) se repitan", reiteró el primer ministro.

Olmert, que ha desmentido en repetidas ocasiones las informaciones que apuntaban a un posible alto el fuego con Hamás, explicó que si los milicianos palestinos habían dejado de atacar temporalmente, "no es por su amor hacia Israel", sino porque "ellos también sufren" cuando Israel "les asesta un duro golpe y se ven obligados a volver a evaluar la situación". "Pero esto no significa que no vayan a empezar otra vez" a disparar, matizó.

En su opinión, Hamás ha creado "una realidad en la cual no hay forma de proteger a los civiles israelíes si no es respondiendo con ataques" contra quienes atentan contra Israel, y a veces respondiendo "de manera desproporcionada para que su dolor sea suficiente para disuadirles de seguir disparando".

"No tenemos el deseo de hacer daño a los habitantes de Gaza, estamos haciéndolo (las ofensivas israelíes) porque la realidad no nos da otra opción. Así que su dolor hará que paren", indicó el jefe del Gobierno israelí, que aclaró que el Estado hebreo "no sigue una política clara de lanzamiento de operaciones", sino que se rige por el "método sistemático de combatir el terrorismo allá donde esté, incluido Jerusalén".

Una vez finalizada su visita a Ashkelon, Olmert señaló que no había ido a la ciudad "para hacer ninguna promesa a los habitantes", sino para "comunicarles que la situación es compleja" y que el Gobierno no dispone de "soluciones inmediatas".

TREGUA IMPROBABLE

Con este disparo se pone fin a los rumores e informaciones de los últimos días sobre una eventual tregua entre Israel y Hamás --que gobierna 'de facto' en la Franja de Gaza-- con la mediación de Egipto. En virtud de este acuerdo, Hamás evitaría el lanzamiento de cohetes contra Israel a cambio de que éste dejase de atacar contra la Franja.

Pero esta mañana Hamás negó los comentarios hechos por el presidente palestino, Mahmud Abbas, de que su búsqueda de una tregua con Israel está motivada por un deseo de proteger a sus dirigentes de los asesinatos selectivos israelíes.

"Estas declaraciones no son sino mentiras que buscan dañar la imagen de Hamás", indicó un responsable de Hamás, Sami Abu Zuhri, en un comunicado. "Los dirigentes de Hamás buscan el martirio y nunca regatearán sobre la sangre de su pueblo como hacen otros", añadió.

Abbas dijo ayer en Amán que Hamás y Yihad Islámica, los dos principales grupos radicales que operan en la Franja de Gaza y que están detrás de los disparos de cohetes contra Israel, quieren garantías de que a cambio de una tregua sus líderes no serán atacados.

El primer ministro israelí ha amenazado con atacar a todos los responsables del lanzamiento de cohetes, haciendo surgir especulaciones de que los dirigentes de Hamás podrían estar en el punto de mira. Israel asesinó a los dirigentes de Hamás Ahmed Yassin y Abdelaziz Rantissi en la Franja en 2004.

Una tregua entre israelíes y palestinos podría constituir un elemento clave para el proceso de paz, que Estados Unidos espera que desemboque en un acuerdo de paz antes del fin de 2008.

El cese temporal de las hostilidades también podría resultar atractivo para Hamás si incluyese una relajación del bloqueo israelí sobre la Franja. El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha rechazado las peticiones de los países occidentales de reconocer a Israel, renunciar a la violencia y aceptar los acuerdos de paz provisionales existentes entre el Estado hebreo y la Autoridad Palestina.