MADRID, 4 May. (EUROPA PRESS) -
"El tiempo se agota" para 800 migrantes y refugiados recluidos en un centro de detención de la localidad libia de Zuwara --cien kilómetros al oeste de Trípoli--, ha advertido este viernes Médicos Sin Fronteras (MSF), que ha denunciado que estas personas se encuentran en "condiciones inhumanas" tras pasar en algunos casos cinco meses sin apenas comida ni agua.
"La situación es crítica", ha advertido la responsable de emergencias de MSF, Karline Kleijer, al hablar de unas instalaciones que albergan una cifra de internos cuatro veces por encima de su capacidad y dentro de las cuales hay menores de edad. Por este motivo, ha instado a las organizaciones internacionales, los países de origen de estos migrantes y a las autoridades libias a encontrar una solución "en los próximos días".
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) evacuó de Zuwara a 88 personas susceptibles de necesitar "protección internacional" y las trasladó a un centro de detención en Trípoli, con la intención de identificar los casos más vulnerables para sacarlos del país.
Las autoridades libias también han reubicado a algunas personas en otros centros de detención, mientras que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha comenzado a gestionar procesos de "retorno humanitario voluntario" para varios detenidos.
Pese a todos estos esfuerzos, cientos de personas siguen hacinadas y, cada día que pasa, la situación empeora aún más. MSF ha explicado que, desde que comenzó su intervención de emergencia el 18 de abril, han llegado 500 nuevos detenidos a unas instalaciones donde la gente ya ni siquiera tiene espacio para tumbarse.
Muchos de estos migrantes arrastran historias de violencia y explotación en Libia y, antes, duros viajes desde sus países de origen. MSF, que ha reclamado de nuevo el fin de la "detención arbitraria" de extranjeros en Libia, ha advertido también de muchos de los arrestados presentan cuadros de desnutrición antes incluso de entrar en el centro.
