EL CAIRO, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente egipcio, Hosni Mubarak, prometió hoy que su Gobierno vencerá al terrorismo, mientras los investigadores tratan de dilucidar si un fugitivo presuntamente implicado en los atentados de Sharm el Seij y Taba, en 2005 y 2004 respectivamente, estaría implicado en las tres explosiones del lunes en la ciudad-balneario de Dahab, que dejaron 21 muertos.
"Nos persigue un terrorismo ciego y nadie es inmune a sus males.
Pero la seguridad y la estabilidad del país son una línea roja que no permitiré que la cruce nadie", declaró Mubarak en su discurso a la nación de todos los años con motivo del Día del Trabajador el próximo 1 de mayo.
En una referencia implícita a la creciente violencia entre la mayoría musulmana y la minoría cristiana en Egipto, Mubarak también advirtió de las "fuerzas del extremismo y el fanatismo" que, en su opinión, tratan de provocar una ruptura en el seno de la sociedad nacional. El mandatario prometió además "usar el brazo fuerte y decisivo de la ley" contra el terrorismo. "Lo sitiaremos, lo desarraigaremos y secaremos sus recursos", alertó.
Mientras, los investigadores que trabajan en el caso de Dahab afirmaron hoy que estudiaban la posibilidad de que un fugitivo llamado Nasr Jamees --sospechoso de estar envuelto en los atentados de Sharm el Seij el pasado julio y de Taba en octubre de 2004-- perpetrara las explosiones de Dahab.
Los investigadores están esperando a las pruebas de ADN de tres cuerpos hallados en la escena de los atentados del lunes para determinar si se trató de 'kamikazes' o simplemente de bombas accionadas a distancia, según indicaron responsables de seguridad bajo el anonimato.
